El sindicato de maquinistas de los trenes alemanes, GDL, y la patronal Deutsche Bahn reanudaron ayer sus negociaciones salariales, tras meses de conflicto y bajo la amenaza de una huelga indefinida a partir del 7 de enero.
Representantes de GDL y de la dirección de la compañía ferroviaria Deutsche Bahn se reunieron de nuevo, tras la pausa navideña, en un lugar no revelado con intención de buscar una salida al largo conflicto laboral.
El sindicato pretende reforzar las presiones sobre la patronal, después de haberse comprometido a no hacer huelgas durante estas festividades.
El ministro de Transporte, el socialdemócrata Wolfgang Tiefensee, instó la pasada semana a ambas partes de reanudar las conversaciones para buscar una solución que evite la anunciada huelga indefinida en el sector.
Los maquinistas alemanes llevaron a cabo el pasado noviembre una huelga de tres días, la más larga en la historia del sector en Alemania, que paralizó el transporte ferroviario en todo el país y ocasionó pérdidas multimillonarias.
GDL reivindica una mejora salarial mínima del 10 por ciento y la reducción del horario laboral en una hora, hasta 40 horas, así como un convenio laboral propio.
La patronal había subido su última oferta del anterior 6,5 al 8 por ciento de aumento, pero retiró esta propuesta tras ser rechazada por el sindicato, que la calificó de insuficiente.
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