El núcleo duro del programa está todavía por llegar, como la reforma del mercado laboral, el de las jubilaciones del conjunto de los asalariados, la reforma sanitaria, la financiación de la protección social, la revisión general del gasto público, la modificación de la ley penitenciaria, el plan para los barrios periféricos o una ley de dependencia.
Entre los campos minados a los que se enfrenta el presidente está sin duda el sanitario. En 2008 Sarkozy prevé abordar al mismo tiempo la gestión del gasto, la organización de la asistencia y la financiación de la Seguridad Social.
Entre las medidas ya tomadas en 2007 figura la antipopular franquicia médica que obliga a abonar al usuario 50 céntimos por cada envase de fármacos y 2 euros por el transporte sanitario a partir del 1 de enero de 2008.
A ello hay que añadir la modificación del mapa hospitalario para hacer los hospitales 'modernos, eficaces y atractivos', idea que lleva aparejada la supresión de algunos centros sanitarios para hacer el mapa sanitario más 'coherente' y que despierta no pocos recelos en el ámbito local.
No es descartable, por tanto, que se produzcan reacciones igual de virulentas que las provocadas entre jueces y abogados por la reforma del mapa judicial. La ministra de Justicia, Rachida Dati, mientras, proseguirá su senda reformista en 2008 con la modificación de la ley penitenciaria que irá al Parlamento durante el primer semestre.
Mercado de trabajo
La cuestión de las pensiones seguirá dando que hablar el año entrante. A la modificación del régimen especial de jubilación que sindicatos y empresas tratan aún de consensuar para que todos los trabajadores coticen 40 años si quieren cobrar el cien por cien de su pensión, se unirá la reforma del régimen general que, según la ley redactada en 2003 por el ahora primer ministro François Fillon, estipula un paso progresivo a los 41 años entre 2009 y 2011. El Gobierno no ha diseñado cómo se llevará a cabo la reforma pero quiere presentar su plan antes del verano.
La modernización del mercado laboral estará en el menú de 2008 con la mirada puesta en lograr el pleno empleo en 2012, atacando para ello la rigidez del mercado a través de la revisión de los procedimientos de despido, periodo de formación, prácticas, empleo juvenil y senior, etc, etc.
Sarkozy pactó en diciembre la denominada Agenda Social para 2008 con los agentes sociales para determinar qué asumirá el Gobierno y qué será fruto de la negociación sindical. Entre los temas que deberán abordarse figura el contrato de trabajo, los servicios mínimos, la ventanilla única de empleo, la financiación de las organizaciones sindicales y patronales, el trabajo dominical, las jubilaciones, las horas suplementarias o los salarios de los funcionarios.
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