La publicación esta semana de varias cifras más bien negativas para la economía española puso a la defensiva al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a sólo dos meses de las elecciones legislativas del 9 de marzo.
Las cifras globales para el año 2007 empezaron a derrumbarse y algunas -como el paro y la inflación- no son buenas, dando coba a la oposición para atacar al Gobierno, cuando los sondeos dan prácticamente un empate entre el PSOE y el Partido Popular (PP).
'Estalló la crisis', tituló el viernes en su portada el diario ABC, un día después de la publicación de las estadísticas que revelan la inflación más alta de los últimos 10 años y un aumento del número de parados.
El alza de los precios en un año fue del 4,3%, segun cifras publicadas el jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata del mayor incremento anual registrado desde 1997.
El número de desempleados aumentó un 5,2% en 2007 hasta las 2.129.547 personas, cuando en el 2006 se había registrado un descenso.
La tasa de desempleo todavía se desconoce (será publicada por el INE el 25 de enero), pero el diario económico El Economista afirmó el viernes que 'España ya tiene más parados hoy que cuando Zapatero empezó a gobernar', en marzo del 2004.
En el tercer trimestre, la tasa de desempleo era del 8,03%, uno de los niveles más bajos de la era democrática española.
La derecha, que se opone cada vez más al Gobierno sobre la cuestión económica tras pasarse la legislatura batiéndose sobre temas regionales y el País Vasco, aprovechó para atacar con todas sus fuerzas.
El Gobierno 'fracasó estrepitosamente en la política económica' durante esta legislatura, afirmó el PP.
Su responsable de economía y empleo, Miguel Arias Cañete, acusó al ministro de Economía, Pedro Solbes, de dejar al próximo gobierno 'una herencia en materia de inflación y mercado de trabajo muy similar a la que dejó en 1996', cuando llegó la derecha al poder.
El Gobierno, que desde hace meses se enorgullece de su balance económico, se defendió recurriendo a la imagen global de la economía española, afirmando que su legislatura fue la de la prosperidad, con un crecimiento importante y mucha creación de empleo.
La firma en el 2007 de 2.220.384 contratos, un aumento del 1,9% respecto al 2006, es un récord, según el ministerio de Trabajo.
El Gobierno esperaba una disminución de la actividad en la construcción, locomotora de la economía española.
Este sector, que empleó en 2006 a cerca del 13% de los trabajadores, contrata ahora mucho menos, lo que deriva en un aumento de los desempleados en diciembre.
En cuanto a la inflación, si bien se reconoce que las cifras no son muy buenas, el Gobierno destaca que el alza de los precios es un fenómeno internacional, relacionado con el precio del petroleo y de los alimentos, con los cuales no tiene nada que ver.
Pero eso no impide que el índice de confianza de los consumidores, publicado el jueves, sea el más bajo desde septiembre de 2004; que el petróleo esté a 100 dólares el barril, lo cual tampoco ayuda a la inflación; y que la crisis financiera mundial redujo las perspectivas de crecimiento para 2008.
Sin embargo, la previsión de crecimiento en España para este año sigue siendo de 3,1%, superior al de varios países de la zona euro, y el Gobierno tiene algunos puntos a favor en la macroeconomía, como la disminución de la deuda y los excedentes presupuestarios.
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