Los vuelos al exterior de Aerolíneas Argentinas volvieron a quedar paralizados el sábado por una protesta gremial, tras unas pocas partidas a primera hora, un día después de masivas cancelaciones que desembocaron en un ruidoso reclamo de pasajeros en el Aeropuerto de Ezeiza.
Una nueva medida de fuerza laboral en reclamo de un refuerzo salarial abortó lo previsto por las autoridades de la empresa de bandera argentina que trabajaban en la reprogramación de los vuelos.
Pasajeros enardecidos agredieron a un empleado de la empresa que pretendía dar explicaciones.
Decenas de viajeros mostraban su disgusto ante los medios de prensa, quienes reportaron destrozos en oficinas de la aerolínea.
En medio de insultos y al grito de "queremos viajar," se vieron mostradores violentados y vidrios rotos en el vestíbulo central de Aerolíneas Argentinas por parte de quienes se identificaban como pasajeros.
Nadie de la empresa hizo referencia a la nueva huelga ni a los incidentes, que perjudicaría a más de 5.000 viajeros entre unos 15 vuelos demorados.
"No hay nadie de la empresa, nadie da la cara, nadie aparece para decirnos cuándo vamos a volar. Estamos varados con niños y abuelos," dijo a la televisión local una mujer que no pudo abordar su vuelo a Caracas previsto originalmente para el viernes.
Los retrasos del viernes, y las cancelaciones posteriores, provocaron furias repetidas entre los pasajeros, algunos de los cuales debieron pasar la noche en Ezeiza, la aeroestación ubicada a unos 30 kilómetros al sur del Gran Buenos Aires.
La indignación de algunos pasajeros, armados en grupos, llevaba a que se pretendiera impedir que otros viajeros ingresaran a migraciones y así, extender el problema a otras aerolíneas.
Sin embargo, las cancelaciones y demoras sólo abarcaban a Aerolíneas Argentinas.
PRIMEROS PROBLEMAS
Las demoras originales en los vuelos fueron ocasionadas el viernes por una huelga de los empleados de la empresa que se encarga del traslado de las maletas, en reclamo de un plus salarial.
Sin embargo, el mayor problema se produjo cuando una persona agredió verbalmente el viernes a una empleada de la aerolínea, lo que provocó que todos los trabajadores que se encargan del registro de los pasajeros previo al embarque abandonaran sus puestos.
"El pasajero violento es una práctica cada vez más frecuente," dijo en un comunicado la Asociación del Personal Aeronáutico (APA).
"La situación de demoras y retrasos (de vuelos) es producto de la carencia de personal en plena temporada (veraniega austral) donde la demanda y programaciones se incrementaron. Además (…) Aerolíneas Argentinas tiene muchos problemas de equipos de trabajo deteriorados y fuera de funcionamiento operativo," agregó.
Las dificultades y cancelaciones no perjudicaban a los vuelos de cabotaje de la aerolínea, la que tiene el control casi total del mercado interno, seguida por la filial local de la chilena Lan Airlines .
Aerolíneas Argentinas es controlada en un 95 por ciento por el grupo español Marsans. El restante cinco por ciento pertenece al Estado argentino, que tiene previsto elevar su participación al 20 por ciento o más.
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