Ante el desempleo en auge, la crisis en el sector de la vivienda y la caídas en picada de Wall Street, crecen las probabilidades de que la economía estadounidense caiga en una recesión.
La gran pregunta que se formulan los expertos es si la economía sobrevivirá las tensiones, o si colapsará.
Los indicios de recesión son indiscutibles: A comienzos del año pasado, muchos economistas pusieron esa posibilidad en menos de un 30%. Ahora, muchos calculan que las posibilidades son de un 50%. Inclusive Goldman Sachs, el principal banco de inversiones de Wall Street, considera inevitable una recesión en el 2008.
Con la esperanza de evitarla, el presidente George W. Bush y el Congreso exploran medidas económicas de rescate, incluidos reembolsos impositivos. El presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke, prometió seguir reduciendo las tasas de interés si las circunstancias lo requieren.
La idea es inducir a los habitantes de Estados Unidos a acrecentar los gastos, especialmente comprando viviendas y vehículos, como parte de la revitalización de la actividad económica.
"El gorila de la recesión está ahí. La cuestión es si el Banco de la Reserva Federal ha hecho lo bastante para impedir una recesión", dijo Brian Bethune, economista de Global Insight. "Creemos que las posibilidades de que haya una recesión se acercan al 50%".
Pero Bernanke dijo la semana pasada que la institución que dirige no pronostica una recesión, "sino un crecimiento lerdo".
Bernanke sugirió que la Reserva Federal podría decidir otra reducción de las tasas de interés en enero. La tasa de descuento a los bancos, actualmente del 4,25%, podría bajar en 0,50%. Esa reducción beneficiaría a millones de consumidores y empresarios.
Los analistas pronostican que el banco central estadounidense seguirá reduciendo las tasas de interés en los próximos meses, como parte de una campaña que comenzó en septiembre, cuando bajó las tasas de descuento por primera vez en cuatro años.
Pero, pese a los intentos de la Reserva Federal, Wall Street muestra una gran tensión. El viernes, el índice industrial Dow Jones de acciones preferidas cayó 250 puntos. Y la confianza del consumidor bajó a comienzos de enero.
Bill Cheney, jefe de economistas de John Hancock Financial Services, estimó los riesgos de recesión en un 40%. "Tal vez la economía tiene un impulso suficiente para enfrentar" la crisis, dijo, "pero hay un montón de cosas que pueden salir mal".
Jeannine Aversa
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