La Inspección de Trabajo detectó el pasado año en Cantabria irregularidades en las fórmulas de contratación en 226 empresas de la región, una actuación que se tradujo en la conversión en indefinidos de 1.119 trabajadores contratados hasta entonces de forma temporal. Junto a ello, según datos facilitados hoy por CC.OO., se propusieron sanciones por valor cercano a 17.000 euros, una cuantía que el sindicato considera 'poca consecuencia para tanta irregularidad'.
El secretario general de Comisiones Obreras de Cantabria, Javier Puente, y el secretario de Empleo, Vicente Arce, hicieron hoy balance en rueda de prensa de la campaña contra la temporalidad puesta en marcha a partir de junio de 2006, tras el acuerdo de reforma laboral.
Ese acuerdo ha permitido convertir en indefinidos en la región unos 5.000 contratos temporales pero, según el sindicato, aún quedan otros 10.000 trabajadores con al menos 24 meses trabajados en el mismo puesto en los últimos 30 meses, cuyos contratos deberían haberse transformado en indefinidos, pero siguen en situación de temporalidad.
Por ello, los representantes sindicales dieron hoy un 'toque de atención' a los empresarios, pero también al Gobierno y a la Inspección de Trabajo. Según explicó Vicente Arce, han pedido información al Servicio Cántabro de Empleo sobre esos contratos para conocer a qué empresas corresponden esos trabajadores, y además instan a la Inspección a seguir sus campañas para conseguir que se transformen en indefinidos.
Al mismo tiempo, CC.OO. animó a las personas que se encuentran en esa situación a denunciarlo y a acudir al sindicato, que les ofrece su ayuda, y lanzó un mensaje a las dos organizaciones patronales de la región, la CEOE y la Federación Empresarial de Cantabria, a las que ofrece su apoyo si cumplen con la normativa sobre temporalidad.
Así, ante la situación de 'división' y 'disputa' de la representatividad entre ambas patronales, Vicente Arce aseguró que CC.OO. está dispuesto a ofrecer su apoyo a la organización que aglutine a las empresas que cumplen con la legislación sobre contratación.
EL PALO Y LA ZANAHORIA
Javier Puente recordó que tras el acuerdo de reforma laboral se puso en marcha una estrategia en dos partes: 'el palo y la zanahoria'.
La zanahoria fue ofrecer a los empresarios subvenciones estatales y regionales por la conversión de contratos en indefinidos antes del 31 de diciembre de 2007; y el 'palo', que sucede a la zanahoria, es que ya no habrá más incentivos a la conversión sino sólo a la contratación indefinida directa y se vigilará el cumplimiento de la normativa.
En esa labor, la Inspección de Trabajo en Cantabria remitió cartas a 1.800 empresas con altas tasas de temporalidad para advertirles de la situación y después se comenzaron las inspecciones, que afectarán a 450 de ellas.
La labor inspectora ya ha finalizado en 324 de las empresas y en 226 de ellas se detectaron irregularidades, lo que supone el 70 por ciento de las visitadas, explicó Puente, quien consideró 'insostenible' que en una muestra de 324 se encuentre un porcentaje tan alto de irregularidades y lamentó que la proporción de empresas que cumplen la legalidad resulta 'ridícula'.
ÍNDICES DE TEMPORALIDAD
El secretario general de CC.OO. admitió que la temporalidad ha disminuido en Cantabria desde junio de 2006, pero no al ritmo que lo ha hecho en el resto de España ni como le gustaría al sindicato.
De hecho, Vicente Arce añadió que la contratación indefinida en Cantabria bajó el pasado año 2,5 puntos, mientras en España creció dos puntos. Además, los más de 202.000 contratos suscritos en 2007 en la región suponen una rotación del 2,5%, es decir, que cada trabajador tuvo una media de 2,5 contratos en ese año.
Según Puente, los índices de temporalidad se encuentran en la región en el 29,7 por ciento para los hombres y en el 36,7 por ciento para las mujeres.
REFUERZO DE LA INSPECCIÓN
Para seguir luchando contra esa temporalidad, que, recordó, incide en la productividad, en la siniestralidad y limita el crecimiento del trabajador, se necesita reforzar la Inspección de Trabajo. Puente elogió la labor realizada y señaló la necesidad de dotarla de más medios.
Según dijo, en 2006 había en Cantabria diez inspectores, en 2007 (hasta noviembre) eran ocho, y este año hay nueve inspectores y entre sus labores no está sólo la de vigilar por el cumplimiento de la normativa sobre contratación, sino también en otras materias, como la siniestralidad, un ámbito en el que el año, en palabras de Puente, ha empezado 'fatal'.
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