El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó ayer su compromiso y "apoyo directo y personal" al proyecto de Renault en Valladolid al mismo tiempo que manifestó su deseo de que estas plantas tengan por delante "un futuro de esperanza y de trabajo".
De este modo se pronunció Rodríguez Zapatero con motivo de su visita a las plantas de Motores y de Carrocerías-Montaje de Renault en Valladolid, donde tuvo la oportunidad de apadrinar e, incluso conducir, el Grand Modus, el nuevo monovolumen de la marca francesa del rombo que se produce en exclusiva mundial en la fábrica de Montaje de Valladolid con el que la compañía pretende reflotar la crisis en la que se sumió por la falta de ventas del primer Modus.
Tras destacar la relevancia de Renault para la comunidad autónoma de Castilla y León y para sus trabajadores y recordar que se trata de "una de las empresas más importantes del país en la producción y en la exportación de automóviles" y de "una de nuestras vanguardias en el sector industrial", el presidente del Gobierno insistió en expresar todo su "apoyo" a la planta vallisoletana de Carrocerías-Montaje, cuyos problemas aseguró conocer de primera mano.
"Tengo la confianza de que se van a ir superando con el nuevo modelo", manifestó Rodríguez Zapatero, que realizó estas declaraciones tras escuchar las palabras de los directivos de Renault-España, con su presidente-director general, Juan Antonio Fernández de Sevilla, a la cabeza, que, según explicó, le trasladaron también ese mensaje de confianza en el futuro.
"UN BUEN PRODUCTO"
En concreto, Rodríguez Zapatero, que tuvo la oportunidad de sacar de la cadena de montaje un Grand Modus rojo, se mostró "maravillado" por este nuevo volumen de la marca del rombo, cuyo lanzamiento quiso apoyar personalmente y al que definió como "un buen producto". Por todo ello, mostró su empeño por que Renault se pueda mantener en el futuro como la primera empresa industrial de Castilla y León consolidando su tradición de generación de riqueza y de puestos de trabajo.
A lo largo de su visita a las factorías de Motores y de Carrocerías-Montaje, el presidente del Gobierno se interesó por los nuevos productos de Renault con preguntas directas sobre cómo funcionó el primer Modus en los mercados nacional y europeo, "mal", en el primer caso, y "regular", en el segundo, según reconoció el propio Juan Antonio Fernández de Sevilla.
"Pero, el Mégane ha funcionado bien y las perspectivas del nuevo Megane también son buenas. Ahora, el Modus más grande, no sabemos", resumió el presidente del Gobierno, una aseveración que fue confirmada tajantemente por Fernández de Sevilla, para quien las expectativas en estos momentos pasan por mantener la producción actual y el empleo en Valladolid.
En una charla informal mientras recorrían las instalaciones de Motores, el presidente-director general de Renault-España reconoció que la empresa tuvo un "pinchazo" con el primer Modus, del que se ha hecho ahora una revisión, además del nuevo modelo 21 centímetros más largo. En este sentido, aclaró que en ningún momento se ha tratado de una crisis del sector, sino de "una crisis de modelo".
"La gama más larga es bonita y tenemos esperanzas", continuó Fernández de Sevilla, que explicó al presidente del Gobierno que ahora toca esperar a la "gran batalla" para conseguir un nuevo vehículo para la factoría vallisoletana una vez que se termine la vida útil del Grand Modus, que situó en los años 2010 ó 2011.
Dicho esto y tras admitir que el "gran punto de interrogación" está en la adjudicación de ese nuevo modelo, Juan Antonio Fernández de Sevilla aseguró a Rodríguez Zapatero ue desde la empresa se están buscando soluciones de todo tipo que le permiten ser "optimista".
LAS CLAVES PARA LA COMPETITIVIDAD
En esta conversación entre el presidente del Gobierno y los directivos de Renault-España, que fue seguida por los medios de comunicación desde una sala apartada de las factorías y a través de un circuito interno de televisión cuya imagen ofrecía el PSOE, se trataron otros temas "importantes" para el sector de la automoción, como las "claves para la competitividad" de esta industria.
A esta pregunta directa de presidente del Gobierno, Juan Antonio Fernández de Sevilla explicó que estas claves pasan por los costes de mano de obra que, según recordó, suponen el 10 por ciento del producto terminado, y por la logística, donde se refirió a los problemas que hay en España por la diferencia del ancho de vía respecto a Europa y por la carencia de andenes suficientemente largos para dar cabida a convoyes de un kilómetro.
Fernández de Sevilla advirtió a Zapatero de que los andenes actuales son viejos y pequeños –unos 600 metros, según explicó– por lo que consideró que "una victoria rápida" en este tema pasaría por la construcción de andenes de 1.000 metros, como el que se está construyendo en la actualidad en Aguilar del Campoo. En este aspecto, el presidente de Renault España pidió una reunión con el Ministerio de Industria para poder seguir ahondando en este tema.
El absentismo laboral a corto plazo –según informó Fernández de Sevilla, cada día 400 trabajadores dejan de ir a las plantas españolas– fue otro de los temas tratados en esta conversación, una situación "insostenible", en palabras del dirigente de Renault, a la que el presidente del Gobierno se comprometió a poner fin de inmediato incluyendo este tema en el diálogo social con los sindicatos. "Presidente, eso es muy importante", sentenció De Sevilla, que concluyó alabando precisamente la "calidad del diálogo social" existente en esta empresa.
‘¡CÓMO HA CAMBIADO TODO!’
José Luis Rodríguez Zapatero inició esta visita en torno a las 11.00 horas en la fábrica de Motores de Renault, donde le esperaban los máximos responsables de la marca francesa del rombo que le ataviaron con una de las batas de trabajo que utilizan habitualmente los empleados. "Espero que sea de tu talla, tenemos previsto que sea así", explicó Fernández de Sevilla, a lo que Rodríguez Zapatero respondió: "estoy delgado, ¡eh!". La broma siguió con otro chascarrillo de uno de los directivos de Renault que afirmó que la imagen de Zapatero con la bata gris con el rombo amarillo vale "cien millones".
En su recorrido por las dos fábricas de Renault en Valladolid, el presidente del Gobierno tuvo la oportunidad de charlar distendidamente con los trabajadores, "algunos de los cuales llevan casi 40 años poniendo tornillos", alabó, que le trasladaron que una de las principales claves de estas plantas es la "seguridad".
Rodríguez Zapatero llegó a firmar autógrafos a los trabajadores que se le acercaron, algunos de los cuales aprovecharon la ocasión para desearle suerte ante su próxima cita con las urnas y le animaron a "darle caña al barbas", en alusión al presidente del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy.
"Cómo ha cambiado todo", exclamó José Luis Rodríguez Zapatero, el primer presidente del Gobierno que visita una de las plantas vallisoletanas de la firma del rombo, al comprobar cómo un operario de avanzada edad montaba uno de los motores.
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