Para los sindicatos, lo mejor es predicar con el ejemplo. Por ello, han advertido que la moderación salarial que tanto promulgan las autoridades económicas europeas debería empezar en los grandes gerentes en el inicio de una campaña que busca mayores sueldos para los trabajadores con el fin de ayudar así al crecimiento de la economía y, al mismo tiempo, reducir las diferencias con la gerencia.
El punto álgido de la campaña tendrá lugar el próximo 5 de abril, con una gran manifestación en Ljubljana, capital de Eslovenia, coincidiendo con un encuentro de los ministros de Finanzas de la Unión Europea y los banqueros centrales. Además, el escándalo provocado después de que Alemania descubriera una evasión fiscal a gran escala de parte de cientos de alemanes acaudalados, amenaza con caldear los ánimos.
Asimismo, la propuesta también coincide con los recientes llamamientos del Banco Central Europeo instando a la moderación salarial para luchar contra la inflación, que en la euro zona ha cerrado el año en niveles récord con un avance del 3,2%.
"Los trabajadores europeos necesitan, y merecen, un aumento salarial. Queremos más poder de compra y mayor igualdad", ha afirmado el secretario general de la Confederación de Sindicatos Europeos (ETUC), John Monks, en la apertura de las movilizaciones.
"El mensaje de los sindicatos es que si hay una moderación en el crecimiento salarial, ésta debiese comenzar por los ejecutivos", ha advertido.
Según Monks, los sindicatos buscan un crecimiento salarial que resulte de la combinación de la inflación con el aumento de la productividad, la que, en promedio, es igual a 3,5%, mientras que las alzas salariales hasta ahora están siendo de un 2,5%.
De acuerdo con la central sindical, los 20 gerentes mejor pagados de Europa reciben cerca de 8,5 millones de euros al año, unas 300 veces más de lo que gana un trabajador promedio en la zona euro. Según sus datos, la brecha salarial ha aumentado.
"Es avaricia corporativa, ellos son actualmente la mayor amenaza para el sistema, su comportamiento es abismal", ha denunciado Monks. "Sus acciones son tan mal ejemplo para el resto de la sociedad que me sorprende que los trabajadores no soliciten aumentos de un 30% que ellos han recibido en los últimos años", ha resumido.
Buenos antecedentes en Alemania
En este sentido, lo cierto es que los últimos antecedentes pueden dar ánimos a los sindicatos. Sobre todo después de que el sindicato germano IG Metal haya logrado cerrar esta semana la mayor subida salarial de los últimos 15 años a pesar de la desaceleración económica y los llamamientos a la moderación del BCE, que también apuesta por la flexibilidad laboral para afrontar las incertidumbres.
Según este acuerdo, los sueldos de los empleados del acero germano se incrementarán en un 5,2% a partir del 1 de marzo, y la duración de este convenio se extenderá hasta el 31 del mismo mes de 2009. Además, este mes de febrero unos 85.000 asalariados de los estados de Baja Sajonia, Bremen y Renania recibirán una prima de 200 euros.
El ministro alemán de Trabajo, Olaf Scholz, ha justificado la subida porque "después de los aumentos moderados de estos últimos años, que no estaban correspondidos con el fuerte crecimiento de la economía, era necesaria una subida más adecuada".
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