Por huelgas que no quede. A partir del próximo 3 de marzo, a los paros en la Empresa Municipal de Transportes (EMT), se podrían unir los de recogida de basuras en la capital y la de servicios de limpieza. En definitiva, la mayor parte de los servicios públicos quedarían bloqueados con el consiguiente perjuicio para millones de madrileños. Todo, en plena campaña electoral aunque los sindicatos se empeñan en decir que «no tiene nada que ver» y que han tomado esta decisión porque «no queda otro remedio».
La huelga en la EMT cumplió ayer su segunda jornada. El calendario de paros llega, de forma intermitente, hasta el 12 de marzo si antes esta empresa pública -depende del Ayuntamiento- y los sindicatos no llegan a un acuerdo, algo que a última hora de la tarde de ayer, parecía muy difícil.
También ayer, y casi de sopetón, los sindicatos -especialmente CC.OO. y UGT- anunciaban paros en el servicio de recogida de basuras de la capital y, por otro lado, en el servicio de limpieza. Este último afectaría a un buen número de instituciones y servicios públicos como hospitales, Metro, aeropuerto de Barajas, sedes ministeriales, Presidencia del Gobierno, Universidades y centros educativos. EMT
Un total de 20 incidencias registraron ayer los responsables de la EMT en la segunda jornada de paro de 24 horas. La del próximo miércoles, 27, será intermitente aunque afectará a las horas punta. Hoy no hay huelga de autobuses.
Las incidencias a que se hace referencia tienen que ver con roturas de lunas de los autobuses, pintadas en los espejos retrovisores y lluvias de huevos también a los vehículos que, aunque no resultaban averiados, sí tenían también que regresar a las cocheras para proceder a su limpieza.
Lo más grave, sin embargo, a juicio de la empresa fueron las «maniobras sibilinas de sabotaje indirecto». La EMT denunciaba que hasta las nueve de la mañana, la media de prestación de los servicios mínimos no alcanzaba ni la mitad de los mismos -fijados por el Consorcio Regional de Transportes- «por lo que los trabajadores están incumpliendo lo establecido». Ese «sabotaje» consistió en revisar de forma exhaustiva todos los vehículos antes de la salida de cocheras y del inicio de los servicios mínimos.
Las demoras en la salida para cargar viajeros fueron de una media de dos horas y veinte minutos. Según la EMT, estas revisiones son rutinarias, se hacen a diario, y duran pocos minutos. Ayer no. Ayer duraron horas y los vehículos salieron con retraso de las cocheras de Fuencarral A, Fuencarral B y Entrevías. Hasta las nueve de la mañana había quince líneas sin coches en servicio y otras muchas con sólo uno .La línea 14 sufrió un retraso de casi cinco horas en salir y la 85 más de cuatro. Sólo en el depósito de Entrevías se acumularon 400 horas de retrasos en las primeras horas de la jornada.
Por estas circunstancias, los primeros viajeros de la mañana se encontraron con que o no llegaban los autobuses o tardaban eso, alrededor de hora y media como poco. Las colas se hicieron interminables. Los refuerzos en el Metro amortiguaron algo la carencia de buses. Los taxis estuvieron de lo más solicitado.
Los sindicatos CC.OO. y UGT han convocado una huelga indefinida a partir de las once de la noche del 3 de marzo en el servicio de recogida de basuras en la capital. Eso si antes no se logra un acuerdo con la concesionaria del servicio por parte del Ayuntamiento, es decir, la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC).
Están llamados a la huelga un total de 1.700 trabajadores. Si los paros se confirman, cada día dejarán de recogerse 3.800 toneladas de basura en el total de los 21 distritos de la capital madrileña. «Los motivos del paro son de carácter laboral, por lo infructuoso de las negociaciones del convenio colectivo», dicen fuentes de UGT.
Ayer mismo hubo una reunión entre empresa y sindicatos. Las negociaciones no están rotas, por el momento, aunque sí que hay una gran distancia entre las peticiones de los sindicatos y las ofertas de la empresa. Los representantes de los trabajadores reivindican, en especial, una «adecuada subida salarial porque, hasta ahora, sólo ofrecen el 1,5 por ciento, y esto es ofensivo».
Todavía no se han fijado los servicios mínimos por parte del Ayuntamiento pero los sindicatos ofrecen la cobertura del cien por cien para los residuos peligrosos de hospitales y clínicas, recogida de animales muertos y el 25 por ciento de las calles de la ciudad.
Los 65.000 empleados del servicio de limpieza están llamados a una huelga a partir del 4 de marzo. No se llega a un acuerdo con las patronales: la Asociación Profesional de Limpieza (Aspel) y la Asociación de Empresarios de Limpieza de Madrid (Aelma). El objetivo, desbloquear el convenio colectivo y evitar, según los sindicatos, la «precariedad laboral que existe en este sector».
El conflicto se extendería a los hospitales, Universidades y colegios públicos; sedes ministeriales y Presidencia del Gobierno. También al Metro, que ya tuvo paros en diciembre y enero con un acuerdo entre las partes, y en el aeropuerto de Barajas, donde también hubo una llamada a la huelga hace un par de meses que, después, se desconvocó.
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