El candidato número tres al Congreso de IU-EU por Pontevedra, Rubén Pérez, anunció ayer en Vigo que su formación impulsará una ley que "obligue" a las empresas con beneficios "abrumadores" a invertir parte de ellos en medidas que fomenten la estabilidad laboral y en mejoras salariales de sus plantillas, de forma que se combata la precariedad.
En una rueda de prensa, en la que expuso algunas de las prioridades programáticas de la fuerza política, Pérez denunció el "aumento significativo de la precariedad laboral" en la provincia, especialmente en sectores como "naval y automoción". Así, se refirió al caso de la planta viguesa de Citroën donde, según calculó, existe una flexibilidad del 40%, "muy por encima de otras plantas automovilísticas de España".
Pérez, que incidió especialmente en la necesidad de alcanzar mejoras sociolaborales ante "la tesitura económica recesiva" de España en cuanto a la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Así, IU propondrá medidas como la subida del salario mínimo interprofesional a los 1.100 euros o la rebaja de la jornada laboral a 35 horas, sin bajar los salarios actuales.
En este sentido, aseguró que esta reducción fue aplicada por Francia "y creo medio millón de puestos de trabajo, los mismos que se pierden en España con la caída del sector de la construcción", destacó.
Además, también apuntó, entre otras ideas, la defensa de la sostenibilidad ambiental mediante una Ley del Suelo "agresiva con el ladrillo pero defensiva con los espacios naturales", al tiempo que reivindicó un estado laico en el que la Iglesia "quede en el ámbito privado de las personas y desaparezca del ámbito público".
SANIDAD
Por otra parte, otro de los miembros de la candidatura al Congreso de IU, Manuel Rodríguez, se refirió especialmente al ámbito sanitario, del que también denunció un alto índice de "precariedad laboral" que repercute en la atención a los ciudadanos, y abogó por "potenciar al atención primaria para desahogar las urgencias".
Asimismo, afirmó que IU estará "muy atenta" al proyecto de nuevo Hospital de Vigo previsto para 2012 y mostró sus "dudas razonables" de que el proyecto se pueda inaugurar en ese año. Así, consideró que el Plan Estratégico del centro "va muy lento" mientras que el Plan Funcional "no está teniendo al participación adecuada de, por ejemplo, los sindicatos".
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