Berlín se prepara para el que se perfila como paro total de sus transportes públicos, trenes urbanos y de largo recorrido, tras fracasar el último intento de conciliación entre los sindicatos de los trabajadores de la Deutsche Bahn.
Los tres principales sindicatos de los ferrocarriles alemanes cerraron su reunión de ayer sin acuerdo, lo que deja prácticamente sentenciada la huelga total en los trenes de todo el país, incluidos los de mercancías.
La patronal de la Deutsche Bahn supeditaba a este consenso previo la suscripción del acuerdo alcanzado tras meses de conflicto con el sindicato de los maquinistas, GDL, que representa a unos 20.000 trabajadores. Esta organización, en cambio, defiende su derecho a un convenio propio para ese colectivo.
Así las cosas, se prevé que a partir de las cero horas del lunes paren todos los trenes, lo que en el caso específico de Berlín se sumará a la huelga indefinida que desde hace dos días llevan a cabo los trabajadores del transporte urbano.
Hasta este viernes, los berlineses habían conseguido capear la huelga en metros, tranvías y mas del 95 por ciento de las líneas de autobuses utilizando la llamada S-Bahn, la red local de cercanías de la Deutsche Bahn que cruza y rodea casi toda la ciudad.
Con la entrada en huelga de los maquinistas se espera el inevitable colapso de tráfico, que hasta ahora se había más o menos evitado por la existencia de la alternativa ferroviaria del S-Bahn.
Deutsche Bahn tratará de paliar en la medida posible los efectos de la huelga y espera que los trenes del S-Bahn circulen por lo menos con una frecuencia de una hora, cuando lo habitual es hacerlo cada cinco o diez minutos.
Los trabajadores de BVG han comunicado que mantendrán su huelga por lo menos hasta el 14 de marzo, aunque amenazan con prolongarla, mientras el sindicato de maquinistas GDL plantea una paro indefinido hasta lograr sus objetivos.
Los primeros exigen aumentos salariales del 8 al 12 por ciento o por lo menos de 200 euros al mes, rechazan la oferta de la patronal de tan solo un 5 por ciento de aumento salarial y actúan con independencia de las huelgas parciales de los servicios públicos convocadas por el sindicato ver.di.
Los segundos, que paralizarán Berlín y resto de Alemania, exigen de la dirección de Deutsche Bahn la firma del acuerdo de convenio alcanzado a primeros de enero pasado.
En medio de este clima de pre-huelga general, fracasó hoy la quinta ronda de negociaciones entre los sindicatos y la patronal del sector público para un nuevo convenio laboral.
Se trataba de la última ronda, de manera que ahora sólo un arbitraje podría evitar un paro generalizado también en ese sector.
El sindicato Ver.di pide un aumento salarial del 8 por ciento, mientras que la patronal ha ofrecido sólo un 5 por ciento, escalonado en un periodo de dos años y exigen a cambio un aumento de la jornada laboral.
En los días pasados, Ver.di llevó a cabo huelgas de advertencia que llegaron a colapsar los principales aeropuertos y causaron contratiempos en las administraciones locales, las guarderías y la recogida de basuras.
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