Decenas de miles de empleados del sector privado y público se manifestaron ayer en Atenas y en otras ciudades griegas con motivo de una huelga general de 24 horas en contra de la reforma del sistema de pensiones que el Gobierno pondrá a votación en el Parlamento mañana, jueves.
El portavoz de la Confederación General de Trabajadores de Grecia, Stathis Anestis, señaló que "se trata de la mayor manifestación de trabajadores de los últimos 30 años".
"Estamos aquí para proteger nuestra vida en la vejez", declaró en Atenas María, una empleada de 50 años, que trabaja en una empresa textil, que está a punto de cerrar.
"El Gobierno no se interesa por nosotros, la generación de los 700 euros al mes", gritaba indignado Mario, un estudiante de Economía, que asegura no tener esperanzas de encontrar un trabajo digno después de terminar su carrera.
Los manifestantes marcharon por las calles céntricas de Atenas hasta el Parlamento griego, donde los sindicatos entregaron un comunicado al Gobierno con la demanda de que "retire por completo el proyecto de ley de reformas".
El Gobierno, liderado por el conservador Costas Caramanlis, argumenta que los cambios son indispensables y que sin ellos, el sistema de seguridad social colapsará dentro de 15 años.
Según la reforma prevista, los griegos deberán trabajar al menos hasta los 60 años de edad en el caso de mujeres y 65 años los hombres, que hasta ahora ya podían jubilarse a los 55 y 58 años de edad, respectivamente.
Centenas de vuelos al exterior y en el interior del país fueron cancelados o aplazados debido a la participación en la huelga de los controladores aéreos entre las 14.00 y 18.00 GMT.
El transporte se mantuvo paralizado a excepción del metro en Atenas para facilitar la participación en la manifestación, y los los barcos y los trenes no funcionaron.
A la huelga se sumaron los periodistas, que junto a los recolectores de basura municipales, los de la compañía de electricidad, y diversos otros sectores de profesionales, prolongarán el paro laboral hasta hoy.
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