El patronal agropecuario se manifestó una noche más con cacerolas y bocinazos en la Plaza de Mayo en reacción a las declaraciones que la mandataria argentina, Cristina Fernández, hizo al anunciar que seguirá adelante con el aumento del impuesto a las exportaciones de granos, lo que provocó el enfrentamiento entre militantes oficialistas defensores del Gobierno y manifestantes.
Las protestas, que acabaron a la medianoche, se sucedieron hoy en la capital federal y el interior del país donde numerosos vecinos salieron a la calle en diferentes barrios para golpear cacerolas en apoyo a los productores del campo, según informó el diario ‘La Nación’.
El conflicto en el campo supone el primer desafío serio al que se enfrenta Fernández desde que alcanzó la presidencia del país en diciembre del año pasado, pues el grano es el producto más afectado y la agricultura es el sector clave de la economía argentina.
Por su parte, la dirigente del grupo Pampa Sur, María del Carmen Alarcón, y un grupo de mujeres entregaron un encargado dirigido a la presidenta Cristina Fernández para que atienda el reclamo de los productores.
Mientras tanto, militantes de la Convergencia Socialista y de la Asamblea de San Telmo, ocuparon un espacio frente a la Pirámide de Mayo para protestar contra el Gobierno.
A lo largo del día, mensajes anónimos, cadenas de correos electrónicos y blogs convocaron a la ciudadanía a batir las cacerolas a partir de las 20:00 de la tarde.
En las ciudades de Callao y Santa Fe se volvió a registrar un importante corte de calles con abundante presencia de personas a favor del campo. Situaciones parecidas se vivieron en Palermo, Libertador y Salguero. En Mar del Plata unas 400 personas con cacerolas y latas en la mano estuvieron manifestando sobre el monumento al general San Martín, en la plaza del mismo nombre.
A sólo 50 metros de los manifestantes, un grupo integrado por militantes de la Federación de Tierra y Vivienda, sindicalistas del gremio de la pesca y el Movimiento Evita, expresaron su posición en favor del Gobierno. La Policía tuvo que interponerse entre los grupos antagónicos para evitar que los insultos no pasara a violencia.
La protesta del campo consiste básicamente en la suspensión de los negocios agropecuarios, como la venta de hacienda, leche y de granos en los mercados, pese a que en los establecimientos agropecuarios las tareas siguen adelante con normalidad. La medida ha comenzado a afectar la provisión de alimentos, ya que los productores realizan piquetes en diversas rutas del interior del país.
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