El estrés es un sentimiento que no solamente afecta a nivel físico o mental, sino que también puede alterar el estado de la boca. Vivir en una situación de estrés constante puede conducir a una alimentación basada en productos procesados compuestos en gran medida por azúcares, los cuales perjudican tanto la salud de las encías como de los dientes.
En este sentido, una carga excesiva de trabajo puede ser el motivo de la fatiga y los desórdenes emocionales causados por este estado de ánimo. De hecho, acorde al Estudio sobre Salud Bucodental realizado por Sanitas en 2022, el 70,73% de los encuestados afirma que el estrés derivado por el trabajo afecta a su salud bucodental.
“En muchas ocasiones la vorágine que se origina en el trabajo provoca que las comidas se produzcan a deshoras, aumentando la ingesta de azúcares, complica el cepillado dental lo que termina descuidando la higiene bucodental. Si esta rutina se prolonga en el tiempo, lo más común es que se desarrollen enfermedades”, señala Berta Uzquiza, odontóloga de Innovación de Sanitas Dental.
Ante esta situación, la Dra. Uzquiza detalla otros problemas bucodentales frecuentes derivados por el estrés:
- Bruxismo. Se trata de una patología que se basa en apretar y/o rechinar los dientes, sometiendo una presión elevada y prolongada en el tiempo, que puede terminar en la fractura del diente.
- Gingivitis y periodontitis. Descuidar la higiene bucodental ocasiona un incremento de la placa bacteriana que puede provocar este tipo de enfermedades periodontales, además de otras como la caries.
- Herpes labial y aftas. El aumento de cortisol, hormona relacionada con el estrés, puede alterar el funcionamiento del sistema inmune, factor asociado a la aparición de herpes y aftas orales.
- Sequedad bucal. Es una de las primeras respuestas que emite el cuerpo en situaciones de estrés. Los vasos sanguíneos de las glándulas salivales se contraen ante situaciones de estrés, aumentando así el riesgo de caries.
- Síndrome de la boca ardiente. Esta patología bucal que se caracteriza por sensación de quemazón y hormigueo en la boca, cursando con alteración del sentido del gusto, se asocia a factores psicológicos como la ansiedad y el estrés.