Muchas empresas y empresarios están ingresando al mercado de las criptomonedas con la esperanza de aprovechar la tecnología blockchain para revolucionar las instituciones financieras tradicionales. El mercado cripto, valorado en casi 2 billones de dólares, se ha convertido en una oportunidad cada vez más lucrativa para que los inversores y los innovadores tecnológicos desarrollen negocios nuevos que satisfagan la creciente necesidad de sistemas descentralizados y creen exchanges de criptomonedas. Sin embargo, antes de invertir una cantidad significativa de tiempo o dinero en su empresa, los inversores deben considerar los riesgos que conlleva esta idea revolucionaria. Aunque las criptomonedas ofrecen a sus usuarios una libertad y un anonimato sin precedentes, también tienen desafíos únicos para quienes desean usarlas como moneda de curso legal.
Los inversores interesados en las criptomonedas deben saber que la falta de regulación, como las leyes de lavado de dinero, puede dificultar la transición al mundo de las criptomonedas para los inversores potenciales. Aunque invertir en estas monedas tiene muchas ventajas, como la liquidez y la transparencia, es fundamental comprender sus debilidades antes de lanzarse de lleno a este mercado. En este artículo mostraremos cuatro consideraciones clave que un inversor debe tener en cuenta al empezar un exchange de criptomonedas: privacidad/anonimato, KYC, seguridad y jurisdicción y licencia.
Privacidad/Anonimato
Desde los inicios del Bitcoin, muchos gobiernos han intentado regular las monedas digitales ya que se utilizan para actividades ilegales, como la compra y venta de drogas en la ‘dark web’. Aunque estas monedas ofrecen una amplia privacidad sin precedentes para sus usuarios a través de funciones como transacciones con seudónimos y desvinculación, también ofrecen este mismo nivel de seguridad a los delincuentes financieros que generalmente evitan las instituciones bancarias centralizadas. Muchos países, como China, han introducido regulaciones estrictas, como exigir que los exchanges revelen las identidades de los usuarios para evitar el lavado de dinero; sin embargo, cuando se trata de criptomonedas, no existe una entidad central que controle la moneda, lo que hace que sea mucho más difícil de regular.
KYC
Antes de comenzar un exchange de criptomonedas, considera los procedimientos KYC (Know Your Customer, conoce a tu cliente). Aunque las criptomonedas, en su mayoría, han evitado cualquier regulación seria, esto no significa que las autoridades no quieran controlarlas. Los reguladores financieros están cada vez más preocupados por las actividades ilegales asociadas con estas monedas, ya que ninguna entidad es responsable de su creación o mantenimiento, lo que dificulta que las autoridades descubran casos de fraude o actividad delictiva. Una forma de gestionar este riesgo es a través de los procedimientos KYC, los cuales requieren que los exchanges u otras entidades que utilizan criptomonedas para transacciones, rastreen las identidades de sus usuarios al solicitar una prueba de identidad antes de permitirles realizar transacciones en su sistema. Por ejemplo, si una empresa ejecuta un blockchain de una criptomoneda, la empresa deberá seguir las reglas KYC. Cada vez que una persona nueva realiza transacciones con su sistema, deben identificarla. Para hacer esto, algunas empresas han comenzado a exigir a los usuarios que proporcionen identificaciones gubernamentales, pasaportes o incluso fotografías de ellos mismos mostrando sus tarjetas de identificación ante la cámara antes de permitirles usar sus plataformas. Si bien los procedimientos KYC son costosos y requieren mucho tiempo, no hay duda de que el nivel adicional de seguridad para las personas que realizan transacciones en estos exchanges ayuda a mantener su legitimidad ante los reguladores financieros.
Seguridad
Al crear tu exchange de criptomonedas, los inversores tendrán otra preocupación usual al hacer transacciones en tu exchange: su seguridad para proteger los activos de sus usuarios. Como las criptomonedas se utilizan como inversiones y como moneda transaccional como el efectivo, muchos exchanges almacenan el dinero de sus usuarios en ‘hot wallets’ (billeteras calientes) que permiten retiros y depósitos en cualquier momento; sin embargo, estas billeteras online son menos seguras ya que están bajo el constante ataque de los hackers. Por otro lado, algunos exchanges aprovechan el almacenamiento offline donde almacenan los fondos de sus usuarios cifrando sus claves privadas y escondiéndolas dentro de memorias USB, discos duros o incluso documentos impresos, lo que dificulta mucho el acceso de los hackers.
Jurisdicción y licencias
Cada país ha decidido abordar la regulación de las criptomonedas y las plataformas de trading de los activos digitales de manera diferente, y es fundamental comprender estas diferencias antes de comenzar tu propio exchange de criptomonedas. Algunos países, como China, han publicado regulaciones estrictas que prohíben las operaciones en exchanges en tiempo real o exigen que los empresarios sean responsables de la pérdida de los fondos de los usuarios. Otras jurisdicciones, como la de Malta, han buscado una legislación nueva que proteja a los ciudadanos de perder su dinero y permita a las empresas innovar dentro de la industria blockchain. Los inversores deben revisar la legalidad dentro de cada jurisdicción para determinar cuáles son las más adecuadas para ellos al decidir por dónde comenzar.
Los inversores deben comprender que están asumiendo riesgos adicionales al operar con criptomonedas, ya que este sector aún se encuentra en sus primeras etapas. Todavía hay varios problemas a los que se enfrentan los exchanges. Aunque los procedimientos KYC pueden ayudar a detectar posibles estafadores o ladrones, estas medidas también pueden ser una carga para algunos usuarios que prefieren permanecer en el anonimato. Por otro lado, la seguridad varía significativamente entre cada exchange, pero los inversores deben saber qué medidas ha tomado su plataforma elegida antes de decidir dónde operar. Por último, aunque existen muchos regímenes regulatorios diferentes en todo el mundo, qué situaciones se adaptan mejor a las necesidades de un inversionista dependerá en gran medida de su situación específica; como con cualquier inversión, comprender estos riesgos es tan importante como saber cómo protegerse contra ellos.