Se espera que los presupuestos salariales de los empleados en España sigan siendo elevados en 2024, un año en el que las compañías tendrán que seguir lidiando con importantes desafíos en el mercado laboral. Según el último estudio de Planificación de Presupuestos Salariales de WTW (antes Willis Towers Watson), las organizaciones están presupuestando en España un incremento medio del 4% en 2024, muy en línea, aunque algo por debajo, con el incremento real medio del 4,3% que se ha producido en 2023.
Como afirma Ana Arnau, directora de Rewards Data Intelligence de WTW España, «Aunque se prevé un incremento salarial medio ligeramente menor para el próximo año, sigue estando por encima de los registrados en la última década. Esto demuestra que las empresas se esfuerzan por mantener su competitividad en un contexto laboral exigente y en constante cambio. Aquellas compañías que cuenten con una estrategia clara en materia de retribución y conozcan los factores que influyen en ella tendrán más éxito a la hora de atraer y retener el mejor talento, y serán capaces de rentabilizar la inversión en retribución para dar respuesta a las necesidades del negocio en un entorno donde las certezas de ayer ya no son válidas».
El estudio ha revelado que un 61,4% de los empleadores en España presupuestó para 2023 incrementos salariales iguales o superiores a los de 2022. Apenas un 12,9% de las empresas lo hizo en rangos inferiores a los del año pasado y el 14,8% de las empresas consultadas confirma que no ha habido cambios entre lo presupuestado en estos dos años.
El 72,1% de las compañías consultadas que esperan cambios en sus presupuestos salariales citan la preocupación por las presiones inflacionistas como el factor que más influirá en los cambios en 2023. Aunque la tasa general de inflación se ha moderado en los últimos meses, los analistas anticipan que la tasa subyacente se estanque o repunte en la Eurozona, lo que refleja todavía fuertes presiones inflacionistas que pueden frenar la moderación de la tasa general y podría producirse un repunte en los próximos meses. Como segundo factor de preocupación se sitúa un mercado laboral más ajustado afectado por la escasez de trabajadores (52,1%). Otros factores que provocan cambios en los presupuestos salariales de este año para los empleadores en España son la preocupación por las expectativas de los empleados (23,8%), la recesión económica o unos resultados financieros más débiles (23%) y la gestión de costes (22,5%).
Según el estudio, el 43% de las organizaciones declararon tener dificultades para atraer o retener personal, frente al 45% del año pasado. Los participantes esperan que las presiones del mercado laboral disminuyan y solo el 33 % prevé dificultades en 2024.
En cualquier caso, en respuesta a estas continuas presiones, las organizaciones siguen tomando medidas para atraer y retener el talento en nuestro país. El 26% de los participantes ha revisado la retribución de grupos específicos de empleados y el 33% está planeando o considerando hacerlo. Además, el 27% está contratando a personas con rangos salariales más altos, el 31% ha aumentado la retribución fija para todos los grupos de empleados, un 33% ha revisado los planes retributivos de todos los empleados y un 26% ha aumentado el uso de bonus puntuales.
Los empleadores también han puesto en marcha acciones no monetarias para atraer y retener el talento en nuestro país. Más de la mitad (57%) de los participantes ha aumentado la flexibilidad en el lugar de trabajo y un 14% está planeando hacerlo. Casi el mismo porcentaje, el 55%, ha puesto más énfasis en la diversidad, la equidad y la inclusión y un importante grupo de empleadores (el 31%) está planeando o considerando hacerlo según muestra el estudio de WTW.
“En este sentido, esperamos que el énfasis sobre la equidad aumente gradualmente en el contexto de la nueva Directiva sobre Transparencia Retributiva que limita la brecha salarial a un 5%, lo que exigirá a las compañías hacer ajustes salariales o justificar las brechas que excedan ese umbral con métodos más objetivos que los utilizados hasta ahora” , destaca Ana Arnau.
Es destacable también que mientras que un 37% de los participantes asegura que ha tomado medidas para mejorar la experiencia de sus empleados, este factor gana peso, ya que hay un 49% de consultados que asegura estar planeando o considerando hacerlo. Otras medidas adoptadas incluyen la modificación de las prestaciones de salud y bienestar de los empleados (28%), la modificación de los elementos de recompensa (26%) y el aumento de las oportunidades de formación (23%).
«Aunque la retribución monetaria sigue siendo uno de los aspectos clave, se necesita algo más que dinero para atraer y comprometer a las personas. A medida que la fuerza laboral se hace más diversa, exigente y dinámica, la clave está en entender sus necesidades y preferencias específicas, para poder proporcionar oportunidades de desarrollo y de realización personal y buscar soluciones ingeniosas para que tanto la compañía como la persona obtengan el máximo beneficio de la relación profesional”, concluye Ana Arnau.