El 36% de los empleados en España valoraría irse a trabajar a otro país con su empresa actual según las conclusiones de “People at Work 2023: una visión sobre el equipo humano global”, el nuevo informe de ADP® Research Institute, en el que ha entrevistado a más de 32.000 empleados en España y otros 16 países con el objetivo de analizar las actitudes de los empleados hacia el mundo laboral actual y lo que esperan en el futuro. El informe destaca hasta qué punto las fronteras internacionales se están convirtiendo en una barrera cada vez menor para los trabajadores y especialmente para los «nómadas digitales» ya que pueden trabajar de forma remota desde cualquier lugar.
Los empleados encuestados consideran viable mudarse a otro país, puesto que la política de trabajo flexible de sus empresas lo permite, su trabajo no requiere que estén en un lugar específico o porque han visto a otros compañeros hacerlo. De hecho, casi un tercio de los trabajadores (28%) piensa que dentro de cinco años será normal en su sector tener la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar del mundo. Por otro lado, un 26% de los encuestados afirma que su empresa les brinda total flexibilidad sobre el lugar desde dónde trabajar y un 17% destaca la flexibilidad de ubicación como un factor importante en el trabajo.
Según Ana Koester, directora de Operaciones de ADP Iberia, “las fronteras de los trabajadores se están ampliando. Ahora que no es necesario vivir cerca del trabajo, los puestos en que se puede ser nómada digital están adquiriendo una perspectiva cada vez más internacional. Aunque son varios los factores que influyen en el trabajo de los empleados, contar con la flexibilidad de elegir dónde trabajar sigue siendo muy importante, especialmente si les permite ir a vivir a un país donde el coste de vida es más barato o esperan tener una mejor calidad de vida.
Teniendo esto en cuenta, los empleadores tienen que pensar y valorar si van a poder ofrecer esta opción cuando sea posible y, para ello, ajustar sus políticas y sistemas. Lo primero que deben hacer es asegurarse de que los trabajadores estén ubicados en los lugares apropiados porque puede haber cuestiones logísticas y de seguridad a tener en cuenta como, por ejemplo, proporcionar un acceso seguro a las redes de la empresa o cómo gestionar el trabajo en distintas zonas horarias. Además, deben dejar en claro a sus empleados si trabajar desde el extranjero está permitido o no, y en qué circunstancias, y estar preparados para atender cualquier solicitud de trabajo en el extranjero que pueda surgir. Por su lado, los empleados deben aceptar que para trabajar en remoto no sólo es necesario tener un ordenador portátil”.