En las organizaciones, y en nuestros equipos de trabajo, nos encontramos frecuentemente con personas quejándose por cosas que están fuera de su control y sobre las que desconocen su influencia. Seguramente hayas oído hablar sobre la herramienta de Stephen Covey círculo de influencia y preocupación.
Recurrir al ‘círculo de influencia’ implica tomar decisiones importantes en nuestra vida, acabar una relación que ya no nos aporta, dar un paso hacia algo que queremos, o simplemente, ser sensibles a las necesidades de los demás. En definitiva, se trata de volvernos actores y no simples espectadores de nuestra vida.
Volviendo al caso de las organizaciones, actuar en tu ‘círculo de influencia’ implica hacer pequeños cambios o acciones que traten de poner solución a los dolores o problemas que nos encontramos en nuestro día a día. Por ejemplo, dar feedback a la persona con la que nos cuesta tener una relación en el día a día, tener una conversación valiente en la que estemos abiertos a cambiar nuestro punto de vista y, a su vez, saber hacer peticiones o acuerdos de manera asertiva.
Realizar acciones dentro de nuestro ‘círculo de influencia’ nos ayuda a reducir la frustración, por dedicar excesivo tiempo a cuestiones que no dependen exclusivamente de nosotros. Nos ayudan a poner foco y energía en lo que sí depende de nosotros. Por ejemplo: ¿alguna vez te has visto quejándote de las mil reuniones que tienes y que “no te dejan” trabajar? ¿Te has planteado qué podrías hacer tú? Por ejemplo, analizar tus reuniones y cuáles de ellas son inefectivas, llegar a un acuerdo dentro de tu equipo para hacer las reuniones más ágiles…
En definitiva, ¿y si te centras en lo que sí depende de ti?
¿Cómo trabajar con el círculo de influencia?
Este dibujo, aun a pesar de que es en inglés, nos encanta por la cantidad de ejemplos que tiene.
Te compartimos dos dinámicas que solemos trabajar en Thinking With You con las personas y equipos a los que acompañamos:
Idea 1
Dinámica para salir de la zona de confort de un equipo
1. Pide a un equipo que dibuje un círculo y que, uno por uno, “suelten” todo lo que tienen en su cabeza, por ejemplo, cosas que les preocupen.
2. Enséñales en qué consiste el círculo de influencia y preocupación de Stephen Covey.
3. Pídeles que dibujen otros dos círculos concéntricos (influencia y preocupación) y que vuelquen sus pensamientos que “soltaron” inicialmente en uno u otro círculo.
4. Cuando hayan terminado, hazles la siguientes preguntas:
a. ¿Crees que algunas de las preocupaciones pueden convertirse en acciones o pequeñas victorias que sí dependen de vosotros como equipo? Si es así, coged los post-it y decidid qué acción tomáis.
b. ¿Hay algo que hayáis incluido en vuestro círculo de acción que, a lo mejor, no dependa de vosotros y os esté generando frustración o impotencia? Si es así, sacadlo de vuestro círculo de influencia y plantead que podéis hacer para aumentar vuestra influencia en ello, quizás como una acción más a largo plazo.
Idea 2
Dinámica para descomponer problemas en una retrospectiva
Normalmente solemos realizar esta dinámica en retrospectivas o en reuniones de proyecto cuando nos encontramos con muchas quejas y personas que no ven que pueden ser parte de la solución ante una determinada situación.
Cuando una persona se queja, es importante no etiquetarle de primeras como “persona tóxica” o “quejica”, etc. Las personas, en la mayoría de ocasiones, nos quejamos porque necesitamos que nos escuchen; es decir, tener un espacio de cierta “validación emocional” y, luego, que nos ayuden a creernos que podemos influir en la solución.
Te proponemos esta dinámica:
- Introduce el concepto de ‘círculo de influencia y preocupación’ y dibújalo en un rotafolios.
- Es importante que destaques, como facilitador/a, qué van a ganar ellos si la utilizan (reducir sus emociones de frustración e impotencia).
- Haz que vuelquen todas sus preocupaciones, quejas… en post-it (una por post-it).
- Ayúdales a ordenar todos esos ítems desde lo que más depende de ellos a lo que menos. A veces una misma situación puede tener dos “sub-acciones”, una más alejada de su círculo de influencia y otra más inmediata. Un ejemplo real: no podemos cambiar (de primeras) una determinada estructura de trabajo en tres países diferentes con altas dependencias entre sí; sí podemos tener conversaciones con las personas de influencia en la decisión para expresarles nuestra necesidad y lo positivo que sería alinearnos en una estructura y dinámica similar.
- Ayúdales a poner foco en las dos o tres victorias rápidas y a que vayan ampliando su círculo de influencia poco a poco. ¿Qué sería una pequeña acción dentro de vuestro círculo de influencia para este problema? ¿Qué acción os ayudaría a ampliar vuestro círculo de influencia?
¿Y cómo ayudar a los equipos a dejar de ser espectadores por medio de la reflexión?
Pasar de ser parte del problema, a ser parte de la solución
Como facilitadores ayudémosles a revisar los pensamientos que tiene el equipo y que hacen que se sientan incapaces de verse como parte de la solución. A que vean el futuro como un espacio de intervención posible y a que consideren algunas opciones. Que amplíen el campo de acción a través del aprendizaje.
Algunas preguntas que pueden ayudarte:
- ¿Qué pequeña parte de esta situación sí depende de vosotros?
- Desde vuestra parte del jardín, ¿qué está en vuestra mano hacer?
- ¿Qué cosas habéis intentado ya?
- ¿Qué os falta por intentar?
¿En qué siguiente reunión utilizarás este concepto?
¡Cuéntanos tu experiencia !