El sector sanitario ha acaparado portadas esta semana por las manifestaciones que han inundado las calles. Su protagonismo es mayor que nunca y los retos a los que se enfrentan, van de la mano.
Los hospitales y las clínicas han visto cómo la digitalización se ha convertido en una necesidad y han dado importantes pasos hacia entornos virtuales en los que mejorar sus procesos, almacenar la información de sus pacientes o compartir conocimientos entre expertos.
Expense Reduction Analysts (ERA), consultora especializada en la optimización de costes y la gestión de proveedores, sabe que el sector está en un punto crítico en el que tiene que abordar varios desafíos, entre los que destacan:
- El envejecimiento de la población, al que se suma el descenso en la natalidad según el Banco Mundial, en 2021 casi el 10% de la población mundial tenía más de 65 años y sólo nacen 17 personas al año por cada 1.000 habitantes. Conforme la edad de la población mundial aumenta, también lo hace la presión sanitaria por el aumento de la demanda. Es importante que el sector planifique y proyecte acorde a las necesidades futuras, además de garantizar el servicio actual.
- Recursos del sector: como en cualquier otra industria, los recursos son limitados por lo que es importante, por un lado, retener a los profesionales y trabajar en la calidad en la atención a los pacientes. El capital humano es el activo más importante del sector y el trato con el paciente, un ámbito en el que la tecnología puede aportar muchas ventajas como consultas online, diagnósticos a través de videollamadas, incluso en un futuro no muy lejano, las tareas más sencillas y mecánicas puede que las diagnostique o las realice una inteligencia artificial entrenada para ello.
- Mejora tecnológica que permite obtener mejores resultados, gracias a la monitorización, el análisis de datos o la automatización de procesos, que, además, ayuda a reducir costes. Es importante hacer esta implementación de forma escalonada, con proveedores fiables y que sea integral, para que la ejecución sea la mejor. Con estas mejoras, los centros sanitarios podrán tener un trato con los pacientes más rápido y eficaz, estudiar las enfermedades y desarrollar tratamientos de forma más personal, analizar un historial médico a golpe de clic y muchas otras ventajas que mejorarían esta industria clave.
- Cambios económicos bruscos: en este siglo hemos visto fluctuaciones económicas bruscas en varios momentos, y cada vez más seguidas. La crisis financiera mundial de 2008, y recientemente el Covid-19 han sido dos que han golpeado fuertemente las economías globales.
Una estrategia de reducción de costes agresiva puede ayudar a las entidades a encontrar áreas en las que ahorrar una gran cantidad de dinero. Gracias a ello pueden tener disponibles más fondos para llevar a cabo las reformas tecnológicas necesarias, prepararse para el futuro y tener dinero disponible para cuando una de estas fluctuaciones económicas ocurra.
ERA se dedica a la reducción de costes y prometen un ahorro de entre 100.000 y 150.000 euros por cada millón de euros en gastos. Tienen varios casos de éxito probados en donde han reducido más de un 20% los gastos de material de oficina, limpieza y gases medicinales de varios centros sanitarios. Esto les ha permitido disponer de más dinero para mejorar tecnológicamente, tener liquidez disponible o poder invertirlo en otras áreas de más valor añadido.
“El sector sanitario siempre es una industria estratégica, pero hemos visto en los últimos años que también es de las más cruciales para la sociedad. Es muy importante que los centros sanitarios den el paso de renovar sus equipos con la innovación que necesitan para estar preparados para el futuro digitalizado que les espera”, comenta Fernando Vázquez, socio consultor y co-Area developer en Expense Reduction Analysts. “Nosotros tenemos expertos en el sector sanitario con un gran conocimiento de proveedores y procedimientos que permiten a las empresas ahorrar alrededor de un 10% en costes por cada millón en gastos de compras, algo que sin duda es de gran ayuda para reducir esos “costes ocultos” innecesarios y que tanto dinero de las empresas se llevan por delante.”