Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer, un marco en el que la Fundación Adecco organiza la Semana de la Mujer 2023. Una iniciativa que, de la mano de más de 90 empresas comprometidas, busca promover acceso al empleo de las mujeres con mayor riesgo de exclusión, visibilizar la desigualdad y exclusión social y concienciar sobre las barreras a las que aún se tienen que enfrentar para acceder al mercado laboral.
Se trata de una iniciativa que se desarrolla bajo la misión social #EmpleoParaTodas las personas de la Fundación Adecco, y que está alineada con la Agenda 2030 dando respuesta a cuatro Objetivos de Desarrollo Sostenible: fin de la pobreza, reducción de las desigualdades, igualdad de género, trabajo decente y crecimiento económico.
El 30% de las mujeres en edad laboral se encuentran en riesgo de exclusión
A lo largo de la historia, la mujer ha tenido que enfrentarse a dificultades extra en su carrera profesional, y algunas de ellas siguen teniendo su reflejo en determinados indicadores laborales. Así, su tasa de paro se sitúa en el 14,6% frente al 11,3% de la masculina, y suelen ser ellas las primeras en retirarse del mercado laboral cuando la situación lo requiere. Así lo demuestra, por ejemplo, la inactividad por razones del hogar: algo más de 3 millones de mujeres no trabajan por motivos domésticos, una cifra que multiplica por 7 a la de los hombres (454.000). Pero no solo las mujeres inactivas o en situación de desempleo se enfrentan a la desigualdad; aquellas que sí tienen un empleo afrontan, por ejemplo, la brecha salarial entre hombres y mujeres, que se sitúa en torno al 11,8% en España (según Adecco Learning & Consulting), situación que las expone a mayor vulnerabilidad y exclusión social.
Los datos del INE sobre la población en riesgo de pobreza y/o exclusión señalan que en España hay 4.569.671 mujeres de entre 16 y 64 años —el 30% de las que están edad laboral— en esta situación. Esta vulnerabilidad, que se debe en gran parte a la falta de empleo, es especialmente acusada entre las mujeres más jóvenes, que son las que presentan cifras más altas de exclusión social (34,2%), seguidas de las mayores de 45 años, cuyo riesgo alcanza el 28,5%, y, por último, de aquellas entre 30 y 44 años (28%).
La Fundación Adecco trabaja con mujeres especialmente expuestas a la exclusión social como las sénior, las desempleadas de larga duración, las mujeres con discapacidad, con responsabilidades familiares no compartidas y/o víctimas de la violencia de género. “Todas ellas siguen encontrando muchas dificultades para encontrar un empleo estable y encadenan contratos temporales, trabajos por horas o, incluso, se ven relegadas al mercado sumergido, lastrando no solo sus condiciones actuales, sino sus posibilidades de tener un futuro digno”, señala Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
Formación e intermediación para mejorar la empleabilidad
Un año más, y en el marco del Día Internacional de la Mujer, la Fundación Adecco organiza la Semana de la Mujer, con el propósito de acelerar la empleabilidad de las mujeres con mayor riesgo de exclusión, visibilizar la desigualdad y concienciar sobre las barreras a las que se siguen enfrentando cada día para acceder al mercado laboral. Así, durante la próxima semana, la Fundación Adecco intensificará su actividad de orientación e intermediación laboral, acompañando a unas 300 mujeres en situación de vulnerabilidad para favorecer su inclusión laboral a través de encuentros, talleres y grupos de trabajo en sus distintas delegaciones.
Además, Eva Porto, ‘influencer’ especializada en RRHH, compartirá en los perfiles de sus redes sociales (Instagram y TikTok) consejos para inspirar a las mujeres con más dificultades a encontrar un empleo.
‘La influencer que nunca has visto’: el día a día de millones de mujeres
Para completar dichas actividades, durante estos días, la Fundación Adecco y sus empresas colaboradoras están difundiendo un vídeo de sensibilización bajo el título ‘La influencer que nunca has visto’. En esta campaña se da a conocer la historia de Martina, una joven que dejó de estudiar cuando nació su hijo, y que lleva casi una década saltando de contrato precario en contrato precario. Hace seis meses que está en paro y a pesar de las dificultades económicas, tiene un modesto ‘smartphone’, que le permite acceder a portales de empleo, realizar trámites administrativos y ayudar a su hijo con los deberes. De vez en cuando, mata el tiempo viendo publicaciones de “estilo de vida” de las ‘infuencers’. Un buen día, igual que muchas de las personas que sigue en redes, decide empezar a contar su propio estilo, trucos para ahorrar, su búsqueda de empleo… Una versión vulnerable de lo que supone ser una ‘influencer’, pero que refleja el día a día de millones de mujeres en nuestro país.
“Dar visibilidad a casos como el que ejemplifica Martina, el de una mujer en situación de desempleo al frente de una familia monomarental, es fundamental para conocer la realidad incierta a la que se enfrentan cada día los 4,5 millones de mujeres en riesgo de exclusión en nuestro país. Como ella, muchas mujeres encuentran grandes dificultades para abandonar la espiral de la exclusión, ya que están especialmente expuestas a la cronificación del desempleo. La falta de recursos para mejorar su empleabilidad, así como la escasez de apoyos para poder afrontar una jornada compatible con las labores de cuidado, las relegan al paro de larga duración”, señala Begoña Bravo, responsable del Plan de Integración e Inclusión de la Fundación Adecco. No en vano, el desempleo de larga duración afecta en mayor medida a las mujeres. Según recoge el informe #EmpleoParaTodas: la mujer en riesgo de exclusión en el mercado laboral, publicado también con ocasión de este Día Mundial por la Fundación Adecco, “las mujeres desempleadas de larga duración superan en un 26% a los hombres en la misma situación”.
“Apostar por la igualdad y hacer frente a la exclusión sociolaboral es un imperativo moral para las empresas, pero además ayudará a mejorar la competitividad del talento en España y a crear compañías más sostenibles, más inclusivas y, también, más valiosas y valoradas. Existe una mayor conciencia, estamos avanzando, pero debemos ser exigentes para reducir las principales brechas sociales y empresariales. Es nuestra responsabilidad.”, agrega Mesonero.