En España hay más de un millón y medio de pymes. De ellas, como indica el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, las empresas sin asalariados representan el 54,7% del total, mientras que las microempresas (hasta 9 empleados) suponen el 38,7%. Tristemente, casi la mitad de los negocios que se crean no superan los 1000 días de vida.
“Muchos emprendedores cierran sus empresas antes de los tres años por no estar bien asesorados sobre la estructura que necesitan para funcionar de forma correcta”, explica Néstor Salvador, experto en emprendimiento, desarrollo y gestión de empresas, e impulsor de la iniciativa 1000 días para un negocio.
Es más, según Salvador, “la experiencia nos ha demostrado que una buena idea de negocio, por sí sola, no conduce al éxito”. Por ello, es fundamental que los emprendedores construyan su negocio sobre una estructura sólida, que les permita avanzar con confianza, superando los obstáculos habituales de los primeros años.
Con el objetivo de ayudar a las nuevas empresas a superar la barrera de los 1000 días, Néstor Salvador apunta cinco elementos importantes a la hora de estructurar un negocio:
- Socios. Es necesario analizar la conveniencia o no de tenerlos, sus objetivos y su nivel de compromiso con el proyecto. Deben ser socios porque suman capacidades. No hemos de olvidar que el 40% de las pymes cuentan con socios porque el emprendedor, en su momento, no ha sido capaz de decir que no.
- Contabilidad. El emprendedor debe controlar los números de su empresa. Entender la contabilidad de partida doble es fundamental para superar los 1000 días y tener éxito, pues permite analizar la evolución económica y tomar decisiones consecuentes. Esto parece obvio, pero en muchas ocasiones no lo es. Muchos emprendedores dejan en manos de la asesoría la información financiera de su pyme.
- Figura jurídica. Si los negocios crecen, una de las mejores opciones es constituir una sociedad limitada. Implica compromiso, seriedad y equipo, y solo se arriesga el capital aportado. De este modo, si las cosas salen mal, el patrimonio personal de los socios no estará en juego.
- Patrimonio neto. Se trata de un concepto contable que permite ofrecer una visión de la evolución anual de la empresa. El patrimonio neto es la diferencia entre el activo y el pasivo. Incluye el capital social inicial, los posteriores aumentos (si se hacen), aportes de socios, los beneficios acumulados años tras año…o las pérdidas. Su resultado en un indicador práctico para saber si estamos ante una empresa que sabe hacer negocios.
- Vender es cobrar. El riesgo de impagados siempre existe. Es importante aprovechar la información pública disponible, anticiparse y averiguar de qué cliente se trata antes de cerrar operaciones. Se trata de vender y cobrar según lo pactado, sin necesidad de recurrir a un abogado.
Por último, Néstor Salvador señala que “los primeros 1000 días de un negocio son suficientes para afianzar una estructura sólida, haber superado obstáculos y darse cuenta de que el negocio es factible. Es decir, que podemos ganar dinero con él o no”.