En estos tiempos de multitarea, de dispersión tecnológica y alta presión por conseguir los objetivos, poner el foco en lo esencial es la clave del éxito. Es imperativo centrar la atención en lo primordial y dejar al margen, aun eventualmente, lo accesorio. Esta es la base del llamado esencialismo, que el entrenador norteamericano de directivos Greg McKeown puso de moda en su libro Esencialismo: logra el máximo de resultados con el mínimo de esfuerzo.
La máxima de esta doctrina es “hazlo sencillo” (Keep it simple). Es lo mismo que lo que enseña el sabio refrán español: Quien mucho abarca poco aprieta. En el día a día de la empresa o del profesional ese principio debe regir su actividad. Para ello, muchos tendrán que renovar sus creencias ya que, probablemente, no han sido educados, ni liderados, para saber elegir y discernir entre lo esencial y accesorio. En ocasiones, son incapaces de priorizar y aplicar criterios de rentabilidad o interés profesional a la hora de escoger sus tareas o trabajos. Por eso, asumen proyectos que no les corresponden o que no les aportan valor, consumiendo tiempo y energía que podrían estar utilizando en otros focos de valor que sí son interesantes.
Para ello, se deben aplicar tres reglas básicas:
- La primera es marcar el objetivo y poner foco. Eliminar lo que sobra para trabajar menos y conseguir más. Mínimo esfuerzo, máxima producción.
- La segunda regla tiene que ver con las matemáticas. Es importante tomar las decisiones pertinentes en función de las estadísticas, de los datos para conseguir ser más eficientes.
- La tercera regla es el tiempo. Ser ágiles y flexibles nos va hacer ganar tiempo. Si gestionamos bien nuestro tiempo, enfocándonos en lo verdaderamente importante, lo haremos todo mucho más sencillo. Es necesario recuperar el control de nuestras propias decisiones sobre dónde invertir nuestro tiempo y energía.
Ese triángulo del esencialismo, que es como el ojo de Dios, metafóricamente hablando, se completa con la organización, que marca el orden y elimina la confusión; los recursos o herramientas digitales bien utilizadas para sacar el máximo partido; y la visualización de nuestros objetivos con una estrategia clara y sencilla. Toma del minimalismo su visión del menos es más, en este caso aplicado a entornos laborales, de empresa o profesionales. También está en línea con los principios del mindfullness, de atención plena y de cero dispersión.
El esencialismo marca la diferencia en las empresas y también en las personas. Una buena oportunidad para saber qué es y cómo se aplica en el entorno empresarial se podrá experimentar hoy mismo a las 16 horas en el #managementLAB online de Think&Action Cómo hacer más con menos: las bases del Esencialismo, que contará con la participación de Manuel Orihuela, Director General de NACEX; Fernando Botella, CEO de Think&Action; Helga Peláez, Deputy HR Director en Daiichi Sankyo y Eduardo Martín, Asesor de Empresas.
No es hacer más cosas en menos tiempo, sino lo esencial bien hecho.