Si en el contexto socioeconómico actual el tejido empresarial español en general se ha visto afectado, en el caso de los autónomos los problemas se acentúan al tratarse de profesionales cuyo negocio suele ser más pequeño y, por tanto, más permeable a los cambios. De hecho, 2022 cerró con una pérdida de 1.204 autónomos, lo que supone el peor dato desde 2012 y el primer año en que se pierden autónomos en la última década en términos netos de afiliación, según información del colectivo de autónomos ATA.
Así, las dificultades por las que pasa el colectivo de profesionales de cuenta propia se ha acentuado especialmente durante la segunda mitad de 2022 y, de hecho, el 42% espera caída de actividad debido a la inflación, según datos del I Informe Hiscox de pymes y autónomos en España, elaborado por Hiscox, compañía aseguradora internacional especializada en empresas.
Esta no es la única consecuencia que la inflación ha desencadenado en el negocio de los autónomos españoles, ya que, además, el 55,6% reconoce que espera un incremento en sus costes de producción y otro 38% directamente prevé que tendrá problemas de continuidad con su negocio como consecuencia del aumento generalizado del precio.
Estos profesionales no solo auguran problemas derivados de la inflación sino que, además, el 38% cree que sus ingresos van a empeorar en 2023, el 37% considera que seguirá igual y el 27,6% se muestra bastante optimista y considera que sus ingresos mejorarán en este nuevo año. Respecto a los beneficios, el 38% considera que su margen de beneficios empeorará en 2023, el 34% que continuará igual y el 25% cree que mejorarán en el nuevo curso.
Otras preocupaciones de los autónomos más allá de la economía
Pero aunque la situación financiera tiene un gran impacto en el devenir de los autónomos, hay otros factores que los pueden afectar, como la propia inestabilidad geopolítica. De esta manera, el 29% sí que reconoce que se puede ver muy o bastante afectado por estas circunstancias, el 35% que se puede ver algo afectado y el 32% considera que se verá nada o poco afectada.
Otros aspectos como los cambios tecnológicos también tienen cierto impacto en los autónomos y un 32% se considera bastante o muy afectado por este asunto, mientras que los cambios demográficos solo tienen impacto en el 26% de los encuestados por la aseguradora. Además, el 26% también reconoce sentirse bastante o muy afectado por la problemática de la escasez de recursos y la preocupación por el cambio climático, aunque presente, solo está presente en el 15,5% de los autónomos.
“El colectivo de los autónomos siempre ha demostrado tener una altísima capacidad de adaptación ante las dificultades, pero eso no implica que no haya que ayudar a crear un entorno para facilitar que se produzcan estos ajustes. Es nuestro deber y responsabilidad apoyar a los autónomos y a las empresas y ofrecer herramientas y soluciones que se adecuen a sus necesidades reales, y para eso nosotros también tenemos que aprender de ellos esa capacidad de adaptación y de cambio”, explica Ricardo Sánchez, director de Innovación y Distribución Alternativa de Hiscox España.