El 70% de los abogados corporativos declara que tiene muchas o bastantes posibilidades de abandonar su puesto actual durante el próximo año. Así lo asegura la encuesta ‘El abogado del futuro’, de Wolters Kluwer, cuyo objetivo es proporcionar una visión de la evolución continua de la profesión jurídica y la preparación de los profesionales jurídicos para enfrentarse al futuro.
‘El abogado del futuro’ corrobora una realidad que se ha dejado sentir en todo el mundo y ha alcanzado niveles históricos en 2022: la “gran dimisión”. Esta situación plantea problemas de contratación y retención de talento sin precedentes en la profesión jurídica. Aunque hay quien dice que sería mejor hablar de una “gran redistribución” (ya que los abogados cambian de empresa, pero no de profesión), el coste para las organizaciones sigue siendo alto. En este sentido, los resultados de la encuesta indican que la gran mayoría de los departamentos jurídicos (86%) se han visto bastante o muy afectados por los rápidos cambios de personal.
La tecnología como solución
De los datos de la encuesta realizada por Wolters Kluwer se desprende que la tecnología se ha convertido en una prioridad para los profesionales jurídicos. El 87% de los abogados corporativos cree que trabajar para una organización que aproveche al máximo la tecnología es extremadamente o muy importante.
Y, en esta línea, la adaptación a las nuevas necesidades del mercado laboral, con facilidades como el teletrabajo y la digitalización de los procesos, es otro factor determinante. Según esta encuesta, el 69% de los abogados corporativos quiere trabajar desde casa, siempre o buena parte del tiempo en el futuro.
Resulta evidente que la solución para los problemas de atracción y retención de talento que están sufriendo los departamentos jurídicos, pasa por el impulso de la tecnología como propuesta de valor, de cara a mejorar procesos como la gestión documental, el software de gestión de contratos, la firma electrónica o las herramientas de cifrado y ciberseguridad.
Algo que contrasta con el hecho de que solo el 36% de los abogados corporativos cree que su organización esté preparada para contratar y mantener al personal especializado en tecnología.
José Luis Rivas Dapena, director de Wolters Kluwer Legal Software en España, asegura: “Como en todos los aspectos de la vida, el impacto de la tecnología es una tendencia al alza en los departamentos jurídicos. Hoy es más importante que nunca contar con soluciones innovadoras que nos ayuden a gestionar las cargas de trabajo, mejorar el rendimiento y ser más productivos de cara a retener y fidelizar al talento”.
El mercado de la ciberseguridad seguirá manteniéndose en alza con una media de crecimiento del 8,7% en España, según INCIBE, consecuencia de que la nube, los dispositivos IoT y el imparable incremento del ransomware no han hecho más que aumentar el radio de ataque para la delincuencia online. Este crecimiento del sector ha dado como resultado un desequilibrio entre la oferta y la demanda de profesionales y se espera que para 2024, según el Observatorio Nacional de Tecnología y Seguridad (ONTSI), la demanda de talento en ciberseguridad doblará a la oferta, requiriendo a más de 83.000 profesionales de este ámbito. Para la firma Innovery, especialista en soluciones que blindan las tecnologías de las empresas, el experto en ciberseguridad es el perfil profesional de más futuro y su demanda será aún mayor en los próximos años.
De hecho, ya lo están observando en su actividad diaria, por lo que han decidido incluir dentro de su equipo una figura híbrida, a la que han den
El 70% de los abogados corporativos declara que tiene muchas o bastantes posibilidades de abandonar su puesto actual durante el próximo año. Así lo asegura la encuesta ‘El abogado del futuro’, de Wolters Kluwer, cuyo objetivo es proporcionar una visión de la evolución continua de la profesión jurídica y la preparación de los profesionales jurídicos para enfrentarse al futuro.
‘El abogado del futuro’ corrobora una realidad que se ha dejado sentir en todo el mundo y ha alcanzado niveles históricos en 2022: la “gran dimisión”. Esta situación plantea problemas de contratación y retención de talento sin precedentes en la profesión jurídica. Aunque hay quien dice que sería mejor hablar de una “gran redistribución” (ya que los abogados cambian de empresa, pero no de profesión), el coste para las organizaciones sigue siendo alto. En este sentido, los resultados de la encuesta indican que la gran mayoría de los departamentos jurídicos (86%) se han visto bastante o muy afectados por los rápidos cambios de personal.
La tecnología como solución
De los datos de la encuesta realizada por Wolters Kluwer se desprende que la tecnología se ha convertido en una prioridad para los profesionales jurídicos. El 87% de los abogados corporativos cree que trabajar para una organización que aproveche al máximo la tecnología es extremadamente o muy importante.
Y, en esta línea, la adaptación a las nuevas necesidades del mercado laboral, con facilidades como el teletrabajo y la digitalización de los procesos, es otro factor determinante. Según esta encuesta, el 69% de los abogados corporativos quiere trabajar desde casa, siempre o buena parte del tiempo en el futuro.
Resulta evidente que la solución para los problemas de atracción y retención de talento que están sufriendo los departamentos jurídicos, pasa por el impulso de la tecnología como propuesta de valor, de cara a mejorar procesos como la gestión documental, el software de gestión de contratos, la firma electrónica o las herramientas de cifrado y ciberseguridad.
Algo que contrasta con el hecho de que solo el 36% de los abogados corporativos cree que su organización esté preparada para contratar y mantener al personal especializado en tecnología.
José Luis Rivas Dapena, director de Wolters Kluwer Legal Software en España, asegura: “Como en todos los aspectos de la vida, el impacto de la tecnología es una tendencia al alza en los departamentos jurídicos. Hoy es más importante que nunca contar con soluciones innovadoras que nos ayuden a gestionar las cargas de trabajo, mejorar el rendimiento y ser más productivos de cara a retener y fidelizar al talento”.
ominado Cyber Profiling, con formación en criminología, psicología y lingüística forense combinada con conocimientos cibernéticos, con el objetivo de perfilar a los ciberdelincuentes e identificar patrones a través del análisis de los ciberataques. Un profesional que tenga como principal misión perfilar ciberdelitos, identificar y analizar patrones y detectar cualquier actividad criminal lo antes posible.
El día a día de este perfil se centra en identificar y examinar las anomalías dentro de los ciberataques más comunes, con un enfoque que tenga más de investigación que de ingeniería, con habilidades y puntos de vista muy diferentes para leer un escenario complejo de forma más amplia. Tiene que manejar modelos científicos de análisis y elaboración de perfiles y patrones que detecten el origen y motivación de los ataques, para definir las mejores medidas preventivas a adoptar.
Desde Innovery aseguran que el hecho conocer muchos jóvenes recién licenciados en formaciones no comunes en este sector, como criminología y psicología ha permitido a la compañía apreciar el valor añadido que podían aportar al equipo de ciberseguridad, combinando los conocimientos humanistas con los más técnicos e informáticos.
Estos profesionales también intervienen durante los ataques de ransomware para apoyar a las empresas en las etapas de análisis y compensación para tratar de contener el daño lo máximo posible, comentan desde la compañía. La interacción con los ciberdelincuentes permite a los analistas identificar información valiosa, como el modus operandi, las posibles motivaciones y las señas de identidad de estos ataques, con el fin de elaborar un perfil y dirigir las estrategias de intervención.
Su enfoque psicológico también difiere de la perspectiva más técnica de los expertos en el sector de la ciberseguridad, en cuanto a la recuperación de la información y la gestión del estrés. Como subrayan desde Innovery, “la creación de este nuevo equipo multidisciplinar ayudará a actuar de forma preventiva ante posibles amenazas tanto externas como internas a la compañía. Combinar un enfoque técnico analítico, con metodologías de investigación, resultó ser una solución ganadora, porque no olvidemos que detrás de un ciberataque siempre hay una persona con características determinadas”.
Con estas evidencias, los expertos de la compañía concluyen que “analizar el perfil psicológico de un ciberdelincuente nos permite comprender mejor la amenaza en su conjunto y así dotarnos de las herramientas, no solo técnicas, para desactivarla”.