Por fin llegan las primeras navidades sin restricciones de movilidad ni limitaciones de aforo y todo parece indicar que las típicas cenas y reuniones de celebración volverán con fuerza este mes. Aunque el impacto de la elevada inflación y el incremento de precios hace pensar en una tendencia al ahorro por parte de las empresas, el buen ritmo de las reservas lleva al sector de la hostelería a mostrarse optimista en un año especialmente complicado por la subida de los costes de energía y las materias primas. De hecho, confían en superar el volumen de negocio de 2019. Concretamente, la patronal de bares y restaurantes Hostelería de España estima que las ventas durante la campaña navideña serán entre un 5% y un 8% superiores a las de la época prepandemia.
La cena de Navidad es un acontecimiento excelente para pasar un buen rato con los compañeros de trabajo y estrechar lazos más allá de lo laboral; una oportunidad para relajarse. Precisamente, según datos de la encuesta que publicó InfoJobs el pasado verano sobre las necesidades laborales de los profesionales españoles, el compañerismo (con un 29% de las menciones) ocupa el tercer lugar en el ranking de los elementos más relevantes que un trabajo debe tener. Así, la cena de Navidad es sin duda una de las actividades que contribuye a reforzar este aspecto.
En alguna ocasión, sin embargo, los excesos o malas decisiones pueden provocar que más de uno prefiriese no tener que pasarse al día siguiente por la oficina. ¿Qué debemos tener en cuenta para que todo salga bien?
1. Evita vestir demasiado formal
Aunque hablamos de una cita que suele requerir un dress code formal, no podemos caer en el error de vestirnos para la ocasión como si fuésemos a desfilar por una pasarela de modelos. La imagen puede llegar a decir mucho uno mismo.
2. Intenta alejarte de los chupitos y alcoholes fuertes
El alcohol puede jugarle una mala pasada a cualquiera. El hecho de consumir en exceso puede hacer que nos desinhibamos demasiado y que en un futuro nos repitan hasta la saciedad frases como «¿te acuerdas de lo que hiciste en aquella cena de Navidad?».
3. No seas el «Dancing Queen/King» de la pista
Para aquellos que con solo escuchar una canción de reggaeton se lanzan a la pista de baile… hemos de tener en cuenta que, con las nuevas tecnologías y las redes sociales, las acciones y palabras no se las lleva el viento.
4. Habla con Raimundo y con todo el mundo
Aunque nos cueste relacionarnos con la gente, la cena de empresa es una excelente oportunidad para conocer más a nuestros compañeros de trabajo. Si nos acabamos de incorporar a la compañía, la cena de Navidad es también un buen momento para relacionarnos con las personas de nuestro entorno laboral.
5. Recuerda que no estás en un buffet libre
Puede ser que en la cena de empresa nos ofrezcan nuevos platos y sabores que nunca antes habíamos probado, pero eso no implica que debamos engullir los platos de forma compulsiva.
6. Busca tu «dúo dinámico»
Juntarnos con ese compañero que nos conoce de sobra y que nos cuidará para que no hagamos el ridículo es siempre una buena estrategia. Cada uno puede estar pendiente del otro y decidir juntos cuándo es la hora de llamar un taxi.
7. No lo olvides: hay vida después del trabajo
La cena de Navidad es un evento social y no el lugar para entrar en los detalles del último proyecto de nuestro equipo. Por un día, es importante abandonar el equipaje profesional e intentar pasar un buen rato.