Para afrontar los retos del empleo del futuro es importante que los sistemas educativos estén alineados con las necesidades del mercado laboral, que las empresas apuesten por modelos de trabajo flexible que promuevan la autonomía y el desarrollo de competencias transversales y que los profesionales tengan capacidad de adaptación y puedan formarse de manera continua. Estas son algunas de las conclusiones del debate de la Fundación CYD: “El empleo del futuro: ¿estamos preparados?” que contó con la presencia de Raquel Graciano, directora adjunta de RRHH de Santander España; Lucía Jaquotot, directora de Talent de EY España; José Ángel Narváez, rector de la Universidad de Málaga; Ángel Sáenz de Cenzano, director general de LinkedIn en España y Portugal; Juan José Juárez, Senior Project Manager de Fundación Bertelsmann; y Juan Carlos Tejeda, responsable del área de Educación y Formación de la CEOE.
Fomentar capacidades humanas en un entorno digital
Raquel Graciano afirma que el sector bancario avanza en un proceso de transformación digital muy profundo, donde el desarrollo y la empleabilidad de sus profesionales son clave. Considera que las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, la robotización y la automatización actúan como disruptores y harán que los roles de los profesionales en la organización avancen. Más allá de las competencias técnicas que demande cada puesto, la directora adjunta de RRHH de Santander España destaca la importancia de las “power skills” para adaptarse a un mercado en transformación: “Los nuevos entornos de trabajo más ubicuos requieren competencias como la curiosidad, anticipación, conocimiento de nuevas tendencias y resiliencia. Hay más necesidad de influir y de liderar de una forma distinta”.
Lucía Jaquotot, directora de Talent de EY España, cree que va a haber mucha evolución en los puestos actuales y que la pandemia ha acelerado la velocidad de los cambios: «Cada vez se requiere más la capacidad de aprendizaje, espíritu colaborativo, proactividad y adaptación. Las cosas van muy rápido y se necesita a profesionales que se sepan adaptar a cada momento y a cada situación.”
Ángel Sáenz de Cenzano, director de LinkedIn en España y Portugal, considera que la tecnología avanza de forma muy rápida, pero no basta con su existencia, lo importante es que las personas puedan adaptarse a ella. Las publicaciones de ofertas en la mayor red social de profesionales permiten vislumbrar las tendencias en el mercado laboral: “Hay alta demanda de profesiones ligadas a la tecnología, pero sigue habiendo una presencia constante de posiciones ligadas al desarrollo de negocio y al trato con el cliente. Se incrementan perfiles vinculados al entorno de la salud y en el ámbito del medio ambiente y sostenibilidad” explica Sáenz de Cenzano.
La digitalización es parte y contexto de muchas profesiones, por ello es importante promover una adecuada preparación en las etapas educativas y habilitar a los más jóvenes para que hagan un buen uso de la tecnología.
Según explica el rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez: “Los jóvenes son nativos digitales, pero lo que es importante es enseñarles para qué sirve la tecnología, en qué les puede ayudar para su educación y para el empleo”. Por su parte, Juan José Juárez, portavoz de la Fundación Bertelsmann, cree que hay que puntualizar el rol de los jóvenes respecto a las tecnologías: “No es lo mismo ser nativo digital que ser creador: el salto está ahí. Ahí es donde podríamos poner el énfasis”
Universidad y FP: un futuro de colaboración
Responder a los retos del futuro del empleo puede suponer una nueva forma de combinar los itinerarios formativos de diferentes sistemas de educación superior. La Universidad de Málaga es pionera en España en ofertar estudios de Formación Profesional; para su rector, José Ángel Narváez, ambos modelos son complementarios y permiten adecuar la formación al mercado laboral: “Deberíamos facilitar una formación a medida: las pasarelas entre FP y la universidad y viceversa son necesarias. Estudios de FP después de un grado pueden enriquecer mucho la formación”.
Una opinión que comparte el portavoz de la Fundación Bertelsmann, entidad promotora de la Alianza para la FP Dual, que considera que la unión entre FP y universidad es imparable y requiere un mayor acercamiento: «Hay que potenciar las sinergias entre la universidad y la FP superior en campus donde puedan compartir docentes, laboratorios y proyectos».
Formación continua: asignatura obligatoria
Además de la titulación de origen, los expertos destacan la importancia de actualizar esa formación a lo largo de toda la trayectoria profesional. El rector de la Universidad de Málaga cree que la universidad ha de ser muy sensible a los cambios del modelo productivo y dar respuestas no solo a los estudiantes, sino a profesionales con experiencia: “Tenemos que estar muy cerca del tejido empresarial para detectar señales de cambio y adaptarnos. Desde la universidad, junto con las empresas, podemos trabajar en la formación continua para gestionar el cambio en las personas que ya están empleadas. La formación es la herramienta fundamental”, explica José Ángel Narváez.
Para Juan José Juárez es importante que los estudiantes se preparen para los retos del empleo: “Cada vez emergen más profesiones híbridas, todos los trabajos mutan: cómo entendíamos una profesión hace 10 años, es distinto a cómo lo hacemos en la actualidad. Es importante que esta información llegue a los estudiantes y puedan entender lo que está pasando en el entorno profesional de manera que puedan estar preparados para este contexto cambiante”.
Juan Carlos Tejeda, responsable del área de Educación y Formación de la CEOE, cree que el trabajador ha de formarse en cualquier etapa profesional y apunta a la importancia de gestionar bien los recursos para la formación profesional: “Cada año en España se recaudan cerca de 2.000 millones de euros destinados a la formación profesional, pero solo vuelven a las empresas 600 millones. Hay recursos, pero es necesario mejorar la eficiencia del sistema; nos estamos jugando la competitividad de las empresas”.
Hacia un modelo de trabajo flexible con más autonomía
La pandemia supuso una gran prueba para el trabajo en remoto. Tras más de 2 años y medio, la mayoría de las compañías apuestan por un modelo de trabajo con predominio del formato presencial, que permita vivir la cultura corporativa, pero a la vez dé flexibilidad a sus empleados: tal y como explica Lucía Jaquotot: “Es importante disponer de diferentes espacios para desarrollar el trabajo. Las oficinas son punto de encuentro y engagement con el equipo y lugar en el que vivir la cultura de la firma. El modelo que nos demandan los profesionales es la flexibilidad; es el que tiene más futuro”
Raquel Graciano, directora adjunta de RRHH de Santander España explica que la entidad ha optado por armonizar entre la experiencia al cliente y adaptarse a la conciliación, teniendo en cuenta la eficiencia y eficacia en los procesos de trabajo: “Creamos políticas de flexiworking, apuesta por 70% presencial y 30% remoto. En red de oficinas se requiere presencialidad, pero con medidas de flexibilidad. Un modelo de trabajo flexible es fundamental para responder a las prioridades de los profesionales”
Para el responsable del área de Educación y Formación de la CEOE, el trabajo en formato híbrido ha llegado para quedarse: “El trabajo en remoto tiene muchas ventajas, pero también inconvenientes: se observa cierta desafección de los líderes respecto a sus equipos y respecto a la implicación, por ello se está volviendo a la racionalización del trabajo a distancia. A favor, es una forma de atraer el talento joven, especialmente de los perfiles más tecnológicos”.
Para el portavoz LinkedIn, el trabajo en remoto ha permitido que el acceso al talento se globalice en sectores donde no lo estaba y supone oportunidades para los profesionales. Sin embargo, se observa un descenso de este tipo de ofertas en la red social: “Las posiciones publicadas con concepto “remoto” han bajado. Las compañías huyen del puro remoto. El reto es adaptarse a un mecanismo de relación y de incentivo y evaluación diferente. Tendremos un futuro laboral donde se trabaje más por proyecto y objetivos, responsabilidad y autonomía individual”
En el ámbito educativo, el rector de la Universidad de Málaga cree que la presencialidad es un valor fundamental: “La digitalización ha servido para reforzar la presencialidad en la universidad”. Por su parte, el portavoz de la Fundación Bertelsmann cree es importante dar sentido a venir al aula y añade el reto que el trabajo en remoto puede suponer: «Los modelos de trabajo más flexibles eliminan fronteras y eso va a aumentar la competencia entre los más jóvenes; hay que prepararlos bien para ello»
La búsqueda y retención del talento especializado
Formar, identificar y retener a los profesionales cualificados que requiere el mercado laboral es un reto para educadores y empleadores, tanto para los perfiles especializados en tecnología como de otros ámbitos.
La directora adjunta de RRHH de Santander España afirma que la tendencia es la apuesta por perfiles mixtos: “Vamos a contratar a más perfiles tecnológicos, pero también seguiremos empleando a economistas con habilidades como la capacidad de aprendizaje y de resolución de problemas complejos. Necesitamos perfiles mixtos con buena base técnica, alto foco en el cliente y conocimiento en productos y operativa bancaria»
Lucía Jaquotot afirma que en la actualidad hay una competición por el talento en diferentes áreas, no solo en la tecnológica: “Buscamos a profesionales de diferentes áreas que entiendan la tecnología: abogados y auditores que sean expertos en sus áreas pero que puedan entender diferentes procesos tecnológicos para optimizar procesos y entender al cliente”
Para Ángel Sáenz de Cenzano el reto es adecuar los perfiles a las necesidades que requiere el mercado: “Las compañías son conscientes que no es fácil encontrar al empleado perfecto, por ello buscan alternativas en formación interna o reskilling a nuevas incorporaciones. Y es importante no permitir la exclusión del talento senior” añade.
Para el rector de Málaga es necesario que las universidades racionalicen la oferta de títulos y busquen potras fórmulas de adaptarse al mercado laboral: “Estamos creando grados tan específicos que corremos el riesgo que, si esa tecnología desaparece, sus estudiantes no encuentren empleo. Hay muchos títulos, tendríamos que hacer reflexión y ordenar, clarificar y adaptar la oferta de títulos a la oferta del mercado”
Juan José Juárez apunta a la importancia de una adecuada orientación profesional temprana para acortar distancias entre formación y empleo: “En el Bachillerato hay orientación académica, pero no profesional: se elige sobre estudios y asignaturas, pero no se dan a conocer profesiones ni tendencias del mercado laboral. Este es uno de los motivos del alto nivel de desempleo y de que el 30% abandone estudios tras el primer año en la universidad”.
En la misma línea, Juan Carlos Tejeda anima a los estudiantes a adecuar la formación a lo que demanda el mercado laboral: “Sin formación, los jóvenes están condenados al desempleo. Es importante combinar la vocación con la empleabilidad, investigar por dónde va el mercado laboral. Sin formación, no hay transformación”
Formarse en conocimientos y experiencias, desaprender para aprender de nuevo, evolucionar sin estancarse, y tomar partido y ser protagonistas del futuro profesional son algunos de los consejos de los expertos participantes en el Debate CYD para afrontar un futuro lleno de retos y oportunidades.
LINK AL RESUMEN Y VÍDEO DEL DEBATE: https://www.fundacioncyd.org/formacion-continua-y-flexibilidad-claves-para-el-empleo-del-futuro/