En España, hay más de 47 millones de personas, de las cuales, más de 4,3 millones tienen algún tipo de discapacidad física o mental, de acuerdo con los datos de la encuesta ‘Discapacidad, Autonomía Personal y situaciones de Dependencia’, publicada en 2022 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), es decir, casi el 10% de la población de nuestro país. Pese a ello, en la actualidad, solo 1 de cada 4 tiene trabajo, según revela el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo en España de la Fundación ONCE.
Datos del mismo estudio revelan que, en 2021, se realizaron alrededor de 114.000 contratos a personas con discapacidad, 3 de cada 4 se hicieron en Centros Especiales de Empleo (CEE), de las cuales solo el 60% tiene un contrato indefinido, y solo el 25% en la empresa ordinaria.
Aun así, la legislación cada vez favorece más la contratación de personas con discapacidad en las empresas mediante la previsión de importantes beneficios económicos y fiscales. Uno de los avances más importantes se logró en 2013, con la aprobación de la Ley General de la Discapacidad (LGD), que exige a las empresas con más 50 personas empleadas, la obligación de incorporar un porcentaje de personal con discapacidad igual o superior al 33%, no inferior al 2%. Esto, ha logrado un aumento de la contratación del 109% en los últimos 10 años, según datos del SEPE, principalmente en el ámbito protegido CEE.
Pero los beneficios van más allá. Implementar una perspectiva inclusiva y desarrollar políticas basadas en la diversidad puede ayudar a las empresas y organizaciones a mejoran la captación del talento e incrementar el rendimiento económico hasta un 36%. Esta es una de las conclusiones del informe Diverstity Wins de McKensey.
Para ayudar a las compañías a llevar a cabo este proceso de inclusión, en Page Personnel -marca perteneciente a PageGroup, líder en España en trabajo temporal especializado y selección directa de mandos intermedios y personal de apoyo cualificado, han desarrollado un área focalizada, por un lado, en ayudar a las compañías a tener un pool inclusivo y diverso, y por otro, en apoyar a este talento a desarrollar su proyecto profesional.
“Los beneficios para las compañías son enormes, además de ventajas económicas y fiscales, las empresas se vuelven más atractivas hacia el exterior, son más competitivas e innovadoras. Asimismo, internamente se enriquecen con diferentes puntos de vista y se convierten en mejores lugares para trabajar” asegura Miguel Hernández, Executive Manager Finance en Page Personnel.
Desde la compañía, han realizado una guía de 5 puntos clave para ayudar a las empresas a mejorar la inclusión de personas con discapacidad en sus plantillas.
- Implementar políticas laborales adaptables. En muchas ocasiones, ciertas discapacidades pueden causar episodios en los que la movilidad o algún aspecto del día a día puede verse afectado. Por ese motivo, soluciones como la posibilidad del teletrabajo o la flexibilidad de horarios, puede ayudar a la inclusión, además de mejorar la productividad.
- Formación y charlas de concienciación. Es difícil que alguien haya coincidido con una persona con discapacidad en el colegio o en el entorno laboral, como indican las cifras. Más del 65% de los profesionales admite tener problemas en identificar dos o más personas con discapacidad en sus entornos inmediatos, como el trabajo, la familia o el barrio de residencia. Por ese motivo, puede que muchas veces las personas no sepan cómo tratarse entre sí. Dar las herramientas necesarias a los equipos de trabajo para que sepan comunicarse de una manera fluida y natural ayuda a crear confianza y se aleja de protocolos que puedan resultar incomodos.
- Contar con un liderazgo incluyente. Es imprescindible que, en una empresa, la persona que está al mando esté muy orientada a objetivos, pero también que lo esté hacia las personas. Esto mejora el clima laboral, la retención de talento, el sentimiento de pertenencia y el trabajo en equipo. Hacer sentir cómodas a todas las personas que forman parte del equipo, independientemente de si tienen una discapacidad o no, es un objetivo clave.
- Adaptar los espacios. Aunque parezca algo muy evidente, el mundo no está preparado para asegurar la accesibilidad. Como empresa, es imprescindible contar con el menor número de barreras posible para que toda la plantilla se sienta autónoma en su espacio de trabajo. Rampas, alarmas, rugosidades en los suelos… todos esos elementos pueden ayudar a que la adaptación y el día a día sean lo más fáciles posible y que la oficina no se convierta en una carrera de obstáculos que pueda aumentar la frustración.
- Apoyarse en la tecnología. La tecnología permite desarrollar soluciones que facilitan la vida a las personas con discapacidad. En la actualidad, existen sistemas, dispositivos, equipos y software diseñados especialmente para mejorar y facilitar el trabajo.