En estos momentos de dificultad e inestabilidad económica, millones de mujeres deciden poner en marcha pequeños negocios que resuelvan su situación. El 19 de noviembre se celebró el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, impulsado por la organización internacional Women’s Entrepreneurship Day Organization (WEDO).
María Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, ha asegurado a la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) que: «La incorporación plena de las mujeres al mercado laboral -por medio de oportunidades que incluyan, por ejemplo, el financiamiento efectivo de sus emprendimientos- transformará radicalmente el modelo de desarrollo, hará crecer las economías y mejorará sustancialmente las sociedades. La creación de sistemas integrales de cuidados es fundamental para transitar por ese camino, y, al mismo tiempo, reducir la pobreza y eliminar las desigualdades».
Palabras que reafirman que en América Latina, la aportación de las emprendedoras es fundamental para el desarrollo económico como se ha puesto de manifiesto durante la celebración de la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, el principal foro intergubernamental regional de las Naciones Unidas sobre los derechos de las mujeres y la igualdad de género, coorganizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y ONU Mujeres.
Allí los debates se han centrado en la importancia de “la sociedad del cuidado”, ya que las mujeres asumen en gran medida esta función (cuidado de los hijos, de los mayores, del hogar), fundamental para un futuro “que ubique la sostenibilidad de la vida humana y del planeta en el centro del desarrollo”, según ha señalado la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Sin embargo, debido a la injusta división sexual del trabajo y a la desvalorización de estas actividades, esta labor no está remunerada y en muchas ocasiones impide a las mujeres acceder a sus propias fuentes de ingresos.
Mujeres emprendedoras de la FMBBVA
Carmen Matus es una de ellas. Esta chilena trabajaba en una fábrica de zapatos cuando tuvo un accidente que le impidió continuar y decidió idear una forma de valerse por sí misma. Comenzó preparando ceviche en su casa, y en poco tiempo consiguió vender lo suficiente como para saber que podía ser su sustento, elaborando lo que ella llama “comida casera y con amor”.
Carmen convirtió la terraza de su casa en una cocina, y creó, de la nada, con escasos recursos, y solo con la ayuda de su hijo y su sobrina, La cocina de Abuelita Carmen. Cuenta que a su abuela le encantaba cocinar: “Una vez que empecé esto me encomendé a ella. Pensé que estas manos tenían que estar bendecidas, igual que las de ella porque cocinaba exquisito”.
Los datos obtenidos por el área de Medición de Impacto Social de la Fundación Microfinanzas BBVA, que atiende a más de un millón y medio de mujeres en la región, corroboran que “el número de mujeres ocupadas en trabajos que requieren más interacción personal, como el comercio minorista, la hostelería, el cuidado de personas o el turismo, es muy superior al de los hombres”. Además, el 56% de las emprendedoras a las que atiende la FMBBVA viven solas (son solteras, separadas o viudas) y con personas dependientes a su cargo.
En este sentido, la responsable de Empoderamiento de la Mujer de la Fundación, Laura Fernández Lord, ha destacado que “las mujeres tienen mayores barreras para acceder a una fuente de ingresos propia, y la probabilidad de estar desempleada es especialmente alta en países emergentes”. Esto hace que poner en marcha sus propios negocios, emprender, sea la mejor salida para ellas, aunque no exenta de dificultades, entre otras, el acceso al sistema financiero.
Por eso la FMBBVA tiene entre sus prioridades llevar a estas emprendedoras soluciones que les permitan atender sus necesidades económicas, fortalecer su confianza y crear redes de apoyo. De todas las personas bancarizadas por primera vez en las entidades de la FMBBVA en 2021, el 54% eran mujeres, según datos del Informe de Desempeño 2021 de la Fundación.
Son mujeres que viven en situaciones de pobreza o vulnerabilidad, y que salen adelante, con mucho esfuerzo y dedicación, con pequeños negocios que dan de comer a sus familias o permiten a sus hijos aspirar a una vida mejor. Según Fernández Lord, “de las mujeres nuevas atendidas por la FMBBVA en 2021, un 90% se encuentra en situación de vulnerabilidad (frente al 81% de los hombres). Esto se debe, en parte, a que tienen que asumir íntegramente las tareas del hogar y a que su ocupación es en sectores de baja productividad (el 48% del total de mujeres trabaja en comercio al por menor)”.
Para avanzar hacia un modelo de sociedad más igualitaria es preciso atender el rol de las mujeres emprendedoras, financiarlas y apoyar sus proyectos. Ellas son las que construyen el futuro de América Latina y con su esfuerzo lograrán una sociedad más justa y con más oportunidades.