El perro es tendencia en España y en el mundo. Actualmente, en los hogares españoles hay más del doble de perros (9,3 millones) que de niños (4,3 millones), lo que hace que los ciudadanos estén más acostumbrados de lo que creemos a la presencia del animal de compañía más fiel y nuestro espacio de trabajo no debe ser una excepción.
Los perros se han convertido en trending en la sociedad española y esto no escapa a las empresas: así, cada vez se demandan más espacios dog-friendly en los puestos de trabajo, especialmente por sus múltiples beneficios. Y es que, de acuerdo con un estudio comparativo en el Reino Unido entre más de 1.000 empresas, los resultados de permitir el acceso del animal más fiel son muy beneficiosos.
La influencia positiva de la presencia de perros en la oficina beneficia directamente a los empresarios y a los empleados: para empezar, la medida es una fuente inagotable de captación de talento, especialmente entre las mentes más jóvenes y adaptadas a los tiempos que corren. No por nada, los hogares en nuestro país están más que familiarizados con los canes.
Igualmente, los espacios laborales dog-friendly arrojan más réditos: consiguen que el ambiente laboral sea más solidario, tolerante y respetuoso. También estimula la productividad y la creatividad, reduciendo el estrés. En definitiva, favorecen el clima en el trabajo y en el caso de los animales de compañía ayuda a su socialización.
En España los establecimientos permisivos con el ingreso de perros suelen limitarse a establecimientos de restauración, ocio y hostelería. Cada vez, de hecho, hay más locales que transigen con el ingreso de animales, y de hecho proliferan sitios web identificando lugares que admiten perros. Ahora, el paso siguiente va del bar o restaurante a la oficina, un cambio que no es solo cultural, sino que aporta beneficios económicos y laborales.
La Real Sociedad Canina de España, la mayor asociación del país relacionada con el perro con 111 años de historia, expone de este modo una serie de consejos sobre cómo llevar los negocios al terreno dog-friendly de la manera más fructífera posible:
- a) Publicitar lo dog-friendly: es relevante que las empresas que apuesten por esta política lo comuniquen abiertamente de cara a todos los usuarios: el ‘open for dogs’ (abierto para perros) funciona.
- b) Perros sí, pero con normas: hay que establecer una serie de normas para los perros y sus dueños, respetuosas con la higiene y salud en general.
- c) La importancia de una buena educación: asegurarse de que el comportamiento del perro será el idóneo en un ambiente de trabajo es importante. La figura del criador responsable puede tener un rol clave.
- d) Límites espaciales: igualmente, puede vetarse el acceso a determinadas zonas, si así lo considera la empresa, como zonas de reuniones u otras análogas. Cada lugar es diferente y su uso por parte del perro también.
- e) Pequeñas cosas para el disfrute: También es positivo contar con facilidades para los animales: boles para que puedan comer, tener disponible agua fresca, juegos y objetos con los que puedan jugar… El bienestar del perro, y por ende de los empleados, puede depender de pequeños detalles.
- f) Zona exterior, si fuera posible: un espacio exterior, por mínimo que sea, haría las delicias de los perros, además de facilitar el que éstos hagan sus necesidades incomodando lo mínimo al personal y clientes.
Para muchas firmas, estos requisitos son perfectamente viables y arrojan beneficios inmediatos para perros y tutores. Según el presidente de la RSCE, José Miguel Doval, “animamos a cambiar la mentalidad y a abrir cada vez más espacios dog-friendly en las empresas en España. El estímulo laboral que aporta la presencia de animales debidamente educados es inigualable en términos de productividad y también de conciliación pues supone para perro y tutor compartir el día juntos”.
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