Ante las medidas que se han tomado en el Consejo de Ministros del 6 de septiembre de 2022 y anunciados por la Vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo y Economía Social, Dª Yolanda Díaz, para avanzar en derechos laborales de las Empleadas de Hogar, desde la Asociación de empresas del Sector de los Servicios Personales y Domésticos (AESPD) queremos incidir en la necesidad de que se acompañen de medidas de apoyo a las familias para que estos avances no queden en saco roto y permitan impulsar o al menos mantener las contrataciones actuales dentro de la economía declarada.
Nos encontramos ante un avance histórico en los derechos de las empleadas del hogar, tan importante para paliar la vulnerabilidad laboral de este colectivo y avanzar en una mejor profesionalización del sector de los cuidados en los hogares; no obstante, desde la asociación queremos recalcar el hecho de que nos encontramos ante un sector con una de las mayores tasas en empleo sumergido de nuestra economía porque depende, entre otros factores, de la contratación por parte de las familias que cuentan con un presupuesto ajustado en la mayoría de los casos, apunta Ana Garrido, Presidenta de la AESPD.
Por ello, incidir en que, para que estas mejoras no queden en saco roto, esta medida debe acompañarse de mayores incentivos a la contratación para paliar el coste adicional en las cotizaciones que comporta cubrir esta contingencia, así como ayudas a las familias empleadoras a la hora de poder llevar de manera sencilla y accesible los trámites necesarios para poder cumplir con los requisitos de contratación que ahora se van a desplegar, como es el caso de la prevención de riesgos laborales, el despido, o la formación, por lo que esperamos que haya una buena información tanto para las empleadas como para las familias empleadoras sobre sus derechos y obligaciones, puesto que no sería conveniente que el hecho de tener que comportarse prácticamente como una empresa, las medidas a asumir en ciertos caso por las familias se vean demasiado complejas y genere un efecto espantada a la hora de contratar.
Desde la Asociación se valora el esfuerzo por parte del Gobierno por un lado, en seguir considerando la particularidad del entorno en el que se lleva a cabo esta relación laboral que es el hogar familiar, y a nivel económico el esfuerzo de asumir el 80% de los costes en cuotas a la seguridad social, por contingencias comunes, bajo unos determinados requisitos de renta y patrimonio por parte de las familias beneficiarias; pero puede que esto no sea suficiente dado el aumento general de costes que deberán asumir las familias en otras partidas como son la subida de la cesta de la compra, el gas o la electricidad y aun tratándose de servicios esenciales para el día a día de muchas familias, éstas no sean capaces de poder asumirlo y se dé un aumento de bajas de cotizantes en el sistema.
Recordamos que actualmente, según los últimos datos de afiliaciones a la seguridad social del mes de agosto, 373.120,73 empleadas estarían dadas de alta, cuyo sistema desde que entrara en vigor el Real Decreto del servicio al hogar familiar en enero de 2012, nunca ha despegado de un máximo de 400.000 cotizantes, siendo solo 1 de cada 3 trabajadoras del sector las dadas de alta.
Asimismo, sería conveniente que empresas prestadoras de servicios en los hogares pudieran competir en igualdad de condiciones con similares costes que los que se soportan en la contratación directa, para aliviar la carga administrativa que supone para los particulares comportarse como una empresa en lo que se refiere a llevar todos los temas administrativos y obligaciones contractuales que recaen sobre las familias como empleadoras.
Consideramos igualmente importante que se coordinen ayudas para la formación, que se quiere impulsar en aras de profesionalizar este sector.
Finalmente, respecto del impacto de la medida sobre el coste público, consideramos, viendo las cifras de medidas incentivadoras en la contratación que se han dado en países de nuestro entorno, que las ayudas a las familias en desgravaciones en el IRPF sobre parte de los gastos de contratación de estos servicios, resultan finalmente neutros para las arcas públicas, al aumentar las personas que contratan dentro de la economía formal, por lo que esperamos más incentivos a la contratación, lo que ayudaría a la sostenibilidad del sistema, generando mejor empleo e impulsando el aporte de estos empleos al cuidado de calidad en los hogares.
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