¿Es después de las vacaciones de verano el mejor momento para cambiar de trabajo? Los datos indican que son muchos los que se animan a dar un giro en su vida laboral tras las vacaciones, pero ¿realmente es el mejor momento para ello?
Para muchos, el año comienza en septiembre. El noveno mes del año tiene ese «toque» que nos recuerda a nuevos retos y propósitos tras la vuelta de las vacaciones y la recarga de energía. Comienzan nuevos programas de televisión, se estrenan nuevas series, arranca un nuevo curso escolar, retomamos el gimnasio… Es por eso que muchas personas deciden iniciar también un nuevo rumbo en el ámbito laboral y buscar un nuevo trabajo.
Según el último análisis de tendencias y percepciones del Observatorio Alares, septiembre y octubre son los meses con más búsquedas de trabajo, por delante de otros periodos, como la primavera (segundo lugar) y el comienzo del año (tercer lugar).
Las vacaciones pueden ser un buen momento para reflexionar sobre un cambio laboral
Después de estar unos días a la bartola, desconectando y cargando pilas tras un largo e intenso año, muchos trabajadores se plantean cambiar de empleo a la vuelta de sus vacaciones. En concreto, y según Randstad, el porcentaje escala hasta el 30%, una cifra lo suficientemente alta como para analizar las causas que pueden llevar a pensar en el cambio.
Y es que el periodo vacacional, caracterizado por ser de descanso, lleva a un buen número de trabajadores a aprovecharlo para hacer balance de su situación laboral. En ocasiones, pueden concluir que no están cómodos en su puesto de trabajo, lo que les insta a querer cambiar para alcanzar nuevos objetivos o, simplemente, para experimentar un cambio de aires. No obstante, también influye el hecho de que la gente tenga más tiempo libre y, por ende, más posibilidades de buscar otro puesto de trabajo.
Del mismo modo que sucede con las parejas o matrimonios, las vacaciones son uno de los momentos más indicados para plantearse si la relación (en este caso contractual) funciona o no.
Motivos para plantear un cambio de trabajo
Desde que nacemos, nuestra vida está socialmente programada para que vayamos al colegio, al instituto, a la universidad, formemos una familia… Muchas veces el espacio que nos queda para decidir sobre cómo vivir es reducido, y en ocasiones insuficiente.
Seis de cada diez españoles (63,4%) confiesan que no han logrado su propósito en la vida, según el último estudio de Adecco. Puede que a ti también te haya pasado. Cristina de la Fuente, era economista y trabajaba en una multinacional en Reino Unido, también formaba parte de ese porcentaje antes de dar un cambio a su vida. Hoy, tras volver a formarse y cambiar de ámbito, se dedica a acompañar a otros que, como ella, quieren encontrar su camino.
Si todos somos diferentes, nuestras insatisfacciones tampoco tienen por qué parecerse, dependen de las circunstancias de cada uno. “Si la insatisfacción se debe a las circunstancias que rodean al trabajo –salario, horario, ambiente laboral- pero no a la actividad que se realiza, no hace falta reinventarse laboralmente, sino renegociar sus condiciones o cambiar de trabajo.»
Pero el escenario más habitual, según De la Fuente, es el de quien después de años trabajando en algo se da cuenta de que ese ámbito no es para ellos y se sienten vacíos. “El problema de insatisfacción llega cuando haces algo que no te llena–a lo mejor porque tuviste que elegir muy joven, por circunstancias no tuviste elección o pensabas que sería diferente-, ahí hay que trabajar de una manera más profunda”, comenta la experta.
Según De la Fuente, la mejor forma de ayudar a profesionales insatisfechos a reenfocarse profesionalmente: introspección y exploración.
Introspección
Si sabes que te quieres reinventar pero no sabes qué camino elegir –lo que sucede en la mayoría de los casos, según la experiencia de la experta-, la introspección debe ser tu primer paso. “El trabajo de introspección sirve para saber cuáles son tus intereses reales, tus capacidades reales”, afirma. Se trata de sentarse, tomarse un tiempo y encontrar qué te hace feliz y qué se te da bien.
Exploración
Tras conocerte un poco mejor por dentro, necesitas ver qué nuevas opciones tienes. “La exploración suele ser lo más difícil porque supone salir de la zona de confort y normalmente las rutinas nos impiden tener tiempo para ver otras cosas”, reconoce la experta. “Pero los que lo hacen son los que mejores resultados reciben”, reconoce. Después viene todo lo demás: vencer el miedo y los bloqueos que nos impiden salirnos del camino y crecer.
Si no eres feliz en tu trabajo lo ideal sería poder dejarlo desde el momento que comienzas a ser consciente, pero a la mayoría de personas no les es posible dejar su trabajo sin tener un plan B por motivos económicos. La creación de ese plan B, sin necesidad de dejar el trabajo, a través del mentoring es la puesta en práctica de ese cambio laboral.
Los casos de personas que alcanzaron el éxito tras darle un giro a su carrera y encontrar su verdadero talento son muchos. La estadounidense Vera Wang competía en patinaje artístico y se dedicó al periodismo antes de convertirse, ya tras cumplir los 40, en una de las diseñadoras de moda más importantes del mundo. Otro ejemplos de que reinventarse es posible es el de Robin Chase, la cofundadora de Zipcar, una de las compañías de carsharing más exitosas de Estados Unidos, que tras el éxito de la empresa prefirió dedicarse a asesorar a otras startups y fue miembro de Foro Económico Mundial.
“Que tu único miedo sea el arrepentirte algún día de no haber dado el paso para reinventarte”, es la utilización del miedo como activador en lugar de paralizador que hace Cristina de la Fuente. “Entendemos la vida siempre hacia el futuro pero la vida está pasando ahora, es importante que nos sintamos motivados y que creamos que estamos aprovechando el tiempo”.
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