El pasado 10 de agosto entraron en vigor algunas de las medidas del nuevo plan de ahorro energético promovido por el gobierno y que serán válidas hasta noviembre del 2023. Catalogado como el proyecto más estricto de toda la Unión Europea, sus directrices afectan sobre todo a edificios públicos y privados, los cuales tendrán que regular la temperatura del aire acondicionado a 27 grados, cerrar siempre las puertas para evitar la fuga de energía o apagar la luz de sus escaparates a partir de las 22.00 horas, entre otros. El objetivo de este plan de contingencia es buscar una alineación con Bruselas en plena crisis inflacionista y bélica, ya que perdura el riesgo de que las amenazas de Moscú de acabar con el suministro de gas en territorio europeo se cumplan.
Según recoge el propio real decreto, las empresas o entidades públicas podrán complementar estas medidas del gobierno con sus propios planes de eficiencia energética, los cuales les permitirán reducir costes y mejorar su competitividad. Por ello, Deepki, la única compañía en el mundo en ofrecer una plataforma de inteligencia de datos ESG (ambiental, social y de gobernanza) totalmente equipada y especializada en el sector inmobiliario, ha recogido una serie de puntos clave que tanto compañías públicas como privadas deben tener en cuenta antes de empezar a coordinar y establecer sus programas de eficiencia energética con el objetivo de que estos den sus frutos:
- Comprobar si los datos que se han recogido del consumo energético son fiables: para que un programa de ahorro energético funcione, las empresas deberán plantearse si los datos iniciales recopilados están extraídos de fuentes fiables y son exhaustivos y coherentes. Así, las compañías verán reflejado fielmente el rendimiento real de la energía de sus edificios, para posteriormente estudiar el contexto y hacer un seguimiento de todo el proceso que les haga impulsar su consumo de energía.
- Analizar las partes del edificio o establecimiento que más consumen: con una visión consistente y real sobre los datos de consumo, un punto clave es detectar las irregularidades del edificio que hacen que se consuma más de lo estandarizado. Al recopilar esta información se está dando el primer paso para solventarlo y será más fácil poner en marcha otras medidas contingentes que deriven en un uso de la energía más responsable y eficaz.
- Definir las acciones correctas para reducir el consumo energético: una vez detectado qué partes del edificio consume más energía de lo esperado, es el turno de encontrar la solución. En este sentido, el gobierno de España ha comenzado por apoyar medidas que influenciaran en el ahorro energético de todo tipo de compañías e instituciones. Por ejemplo, la climatización de espacios es uno de los ámbitos con mayor potencial de ahorro y genera beneficios inmediatos, así como el establecimiento de horarios de encendido y apagado de instalaciones o el despliegue de instalaciones de autoconsumo. Estas medidas de eficiencia energética permitirán a las empresas contar con edificios más confortables, con menos consumo energético y mejor preparados para el invierno que se avecina.
- Mantener la estrategia de energía en el tiempo: otro de los factores que garantizarán la creación de un plan eficiente de energía es mantener a largo plazo las mejoras energéticas impulsadas en los edificios. De este modo, establecer un informe que automatice los datos diarios o hacer un seguimiento de otras anomalías que puedan surgir por el camino, resulta clave para aprovechar la energía y aplicar posibles futuras medidas de contingencia de los gobiernos con éxito.
En este sentido, plataformas que miden credenciales energéticas pueden ayudar a las empresas e instituciones no solo a conseguirlo, sino también a poner en marcha planes de acción seleccionando iniciativas de una lista de posibilidades, atribuyéndose a una parte interesada y proyectando cómo afectarán al edificio o a la cartera en cuestión, por ejemplo, prediciendo cómo se reducirán sus emisiones de CO2, cuándo alcanzará el edificio el nivel Net Zero, si el edificio cumplirá o no ciertas normativas en un plazo determinado y si un edificio corre el riesgo de alcanzar la obsolescencia.
“El sector se enfrenta a una creciente regulación a nivel europeo, por lo que las iniciativas propias de los países miembros ya es algo muy positivo. Esto es especialmente relevante en España, ya que ciertas regulaciones se aplican actualmente a nivel regional, por lo que las puestas en común a nivel nacional simplificarán los procesos. También será beneficioso desde el punto de vista financiero, ya que los precios de la energía están aumentando a un ritmo muy rápido y, si se toman medidas para reducir el consumo ahora, se está a tiempo de limitar el impacto”. Así lo apunta Xana Muñiz, country manager de Iberia y Latam de Deepki.
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