El sector bancario en España lleva ya años envuelto en polémica a raiz del cierre masivo de sucursales. Un hecho que está trayendo graves consecuencias más allá de la ‘discriminación por edad’ que alegan los más mayores, al pasar del trato personalizado a la gestión puramente digital. Y es que, este cambio de vertiente del sector viene de hecho muy ligado a los reajustes internos, que ha obligado al cierre de oficinas y plantillas, haciendo desaparecer más de 100.000 puestos de trabajo vía prejubilaciones y despidos, lo que equivale ya al 22% de las casi 496.000 salidas sufridas por el conjunto de la banca de la zona euro.
Solo Alemania supera la cifra española, con 158.733 bajas, seguido por Italia (69.714 empleos perdidos), Holanda (52.815) y Francia (46.132).
Son datos de los Indicadores Estructurales del sector recopilados por el Banco Central Europeo (BCE), la plantilla de 164.296 empleados censados a cierre del año pasado en las entidades españolas es la más reducida desde que el Banco de España inició sus estadísticas en 1981.
En términos de sucursales, de las más de 72.000 oficinas cerradas en la zona euro desde la crisis financiera de 2008, casi un 40% se encontraban localizadas en España. Se trata del mayor redimensionamiento, seguido por Alemania (echó la persianilla a 15.549 locales), Italia (12.480 menos) y Francia (ha prescindido de 6.036 establecimientos).
Los comentarios están cerrados.