Con la pandemia llegó el teletrabajo, e incluso dos años después y con la vuelta a la presencialidad, esta modalidad sigue instaurada en el día a día de las empresas. Durante el verano son muchos los trabajadores que optan por trabajar desde casa o desde su residencia de vacaciones, facilitando así la conciliación familiar y laboral. Otros no cuentan con la suerte de tener vacaciones de verano, por lo que se conforman con pequeñas escapadas, siendo el teletrabajo también un gran desahogo en estos casos.
Según datos de Zoom en su informe «II barómetro españoles y teletrabajo en verano», un 25% de las personas encuestadas prolongará su estancia en su destino de vacaciones gracias a la modalidad de trabajo en remoto. Además, un 30.3% asegura que este verano trabajará fuera de su domicilio habitual. Este es un modelo mucho más flexible y capaz de, según expertos, reducir el nivel de estrés, ya que se dedica más tiempo a amigos y familia.
Sin embargo, muchos otros trabajadores optan por salir de casa e instalarse en espacios de coworking para teletrabajar. Y es que el teletrabajo no supone necesariamente desempeñar la jornada laboral desde casa, sino que implica contar con la flexibilidad suficiente como para poder escoger el lugar que más aporte y facilite nuestro día a día.
Son muchas las ventajas de esta modalidad de trabajo en espacios flexibles o de coworking. La primera es la compañía: aunque no te encuentres con tus compañeros de trabajo, en un coworking se está rodeado de personas que, al igual que resto, buscan compartir experiencias y desarrollar al máximo sus proyectos, ya sean por cuenta propia o ajena. Esto también ayuda a crear una red de contactos tanto en el ámbito profesional como en el personal.
Por otro lado, según la revista Harvard Business Review, apostar por una rutina laboral basada 100% en el teletrabajo provoca una pérdida de productividad en el trabajador. Sin embargo, en un espacio de coworking, la productividad se incrementa al contar con una infraestructura e instalaciones pensadas para incentivar el bienestar, la creatividad y la concentración, así como con los medios técnicos necesarios para que la conectividad no sea nunca un problema. Asimismo, la conciliación familiar y laboral es de mayor calidad, y es que salir de casa y relacionarte en un ambiente profesional hace que se separen claramente el área de trabajo y la personal. Por último, los espacios de coworking cuentan con unas condiciones de contratación ágiles que permiten a las empresas poder ofrecer esta posibilidad a sus empleados, limitando los riesgos de alquileres a largo plazo.
El operador de espacios flexibles Lexington es pionero en nuestro país en este tipo de entornos de trabajo, ofreciendo a sus clientes ubicaciones pensadas para poder desarrollar tanto un modelo de trabajo presencial como una fórmula híbrida. Gracias a su especialización en el perfil de cliente corporativo, la empresa ha desarrollado diferentes modalidades para acoger las demandas de grandes compañías: destaca su servicio de oficina híbrida, la cual permite combinar teletrabajo y trabajo presencial a través de la rotación de los equipos, así como otras opciones de alquiler de espacios privados o comunes con bonos de días, una opción perfecta para que los empleados puedan teletrabajar desde diferentes ubicaciones, pudiendo confiar siempre en el soporte profesional de este tipo de operadores. Lexington cuenta ya con más de 14.000m2 explotados y sus espacios flexibles han alcanzado en los últimos meses una ocupación del 90%.
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