Disponer de jornada intensiva (es decir, una jornada de trabajo diario que se lleva a cabo sin pausas prolongadas ni interrupción para comer) es, para muchos expertos en materia laboral, la mejor estrategia para incrementar la productividad, lograr una mayor motivación y mejorar la calidad de vida de los empleados. Aunque el verano parece el momento ideal para aplicar la jornada continua, por la proximidad de las vacaciones, las dificultades asociadas al calor (según la Organización Mundial de la Salud, la exposición a temperaturas extremas como las que hemos vivido en las últimas semanas provoca estrés térmico y baja productividad laboral) o, en algunos casos, por el descenso de las tareas, lo cierto es que solo el 21% de los trabajadores disfruta de jornada intensiva en verano, con una duración media de 9,3 semanas, según la encuesta sobre Horario Laboral realizada por InfoJobs, plataforma líder del empleo en España. En cambio, un 43% ve aplicada la jornada intensiva en cualquier periodo del año, mientras que un 6% la tiene al menos un día a la semana, por ejemplo, los viernes. Por otra parte, 3 de cada 10 empleados no dispone de jornada intensiva durante el ejercicio de su actividad anual.
La calidad de vida, la motivación y la productividad mejoran con la jornada intensiva
La consulta de InfoJobs refleja que la jornada intensiva tiene un impacto positivo para la mayoría de los trabajadores, sobre todo en cuanto a la conciliación con la vida personal (un 77% de las menciones). Los últimos datos del Informe sobre Conciliación Laboral realizado por InfoJobs a la población ocupada señalaban que únicamente el 41% de las personas trabajadoras encuentran facilidades con respecto a esta problemática. En este sentido, la futura Ley de Usos del Tiempo que se está elaborando desde el Ministerio de Trabajo, tiene como objetivo principal garantizar un reparto equitativo de tiempos de trabajo y de cuidado, así como medidas que favorezcan la flexibilidad, la adaptación de jornada y la conciliación familiar.
Además de la conciliación, los trabajadores encuestados destacan que la jornada intensiva favorece otros aspectos como la organización con hijos o personas dependientes, en un 74%; la motivación laboral, en un 69%; el hecho de trabajar las horas acordadas, en un 65%; y la productividad laboral, en un 63%.
Las mujeres y los grupos de más edad, quienes están más a favor de la jornada intensiva
Del estudio de InfoJobs también se extrae que las mujeres son las que más disfrutan de jornada intensiva específica en verano (un 22% frente al 20% de hombres) y, en general, las que están más a favor de la jornada intensiva. Entre las diferentes razones aparece la conciliación laboral, con un 79% frente al 76% de los hombres; y la organización con hijos o personas dependientes, con un 76% frente al 72%. También son las que perciben en mayor medida un impacto positivo en trabajar las horas acordadas, sin horas extras (un 72% vs. 58% de hombres). Estos datos evidencian que ellas son, en la mayoría de los casos, las responsables del cuidado de familiares y, por lo tanto, buscan en la medida de lo posible una buena organización para poder llegar a todo.
Por franjas de edad, a pesar de disponer de más jornada intensiva en verano (29%), el grupo de 16 a 24 años es el que menos facilidades y beneficios le encuentran, sobre todo en lo que se refiere a motivos estrechamente relacionados con tener cargas familiares, con un 49% (algo lógico ya que los más jóvenes no suelen ocuparse de los cuidados). Por el contrario, las personas de entre 45 y 54 años, por motivos de conciliación (en un 81%) y organización con hijos o personas dependientes (77%), constituyen la franja que más apuesta por este tipo de jornada. La duración de la jornada intensiva de verano es superior en los segmentos más maduros: 10,8 semanas de media para el grupo entre 55 y 65 años y 9,8 semanas para los de 45 a 55 años.
Por sectores, los trabajadores del cuaternario y quinario son los que disfrutan en mayor medida de la jornada intensiva durante el periodo estival (un 22%), mientras que los del terciario son los que tienen más días (9,8 semanas de media). Los del sector primario y secundario lideran la jornada intensiva que se aplica todo el año (56%).
Por zonas, el Centro y el Área Metropolitana de Madrid lidera la jornada intensiva de verano, con un 26% de las menciones, y con mayor duración (9,8 semanas), por detrás del Noroeste y el Norte Centro (10,9 semanas). Los trabajadores de estas dos zonas también consideran que el impacto de la jornada intensiva es más positivo, sobre todo en temas de conciliación y organización.
Los trabajadores con un perfil vocacional, los que perciben de mejor manera la jornada intensiva
Según las diferentes tipologías de trabajadores, definidas a través de dos ejes de segmentación –el nivel motivacional laboral presente por parte del profesional y la perspectiva del mundo laboral-, elaboradas por InfoJobs en su Análisis sobre los perfiles actitudinales de los trabajadores en España, encontramos cuatro perfiles de empleados distintos: el vocacional, el conservador, el acomodado y el inconformista.
En este sentido, los trabajadores conservadores lideran la jornada intensiva en verano (un 25%), probablemente porque es uno de los segmentos más jóvenes, mientras que los inconformistas la disfrutan más durante todo el año (un 46%). En cuanto al impacto positivo de este tipo de jornada, es mayor en el perfil vocacional, especialmente por temas relacionados con el trabajo como la productividad, con un 72%; la desconexión digital, en un 66%; y la carga laboral (64%), probablemente por ser el segmento más implicado con el mismo. Para el acomodado, destaca sobre todo la conciliación y la organización con hijos o personas dependientes, con un 82% y un 79% de las menciones, respectivamente.
Los comentarios están cerrados.