Según la pirámide de Maslow, una teoría de la motivación propuesta por el psicólogo Abraham Maslow, existen cinco niveles de necesidades: básicas (como alimentación y descanso), seguridad (salud, trabajo y vivienda), afiliación (relaciones y afecto), reconocimiento (valoración personal, dignidad, etc.) y autorrealización (crecimiento personal). A medida que se satisfacen las básicas, se sube de escalón y las personas pueden alcanzar metas más elevadas.
En relación con el empleo, también podemos hablar de una jerarquía de necesidades laborales según la cual los trabajadores pueden sentirse más satisfechos con su trabajo a medida que cubren todos los aspectos. Uno de los aprendizajes que ha dejado la pandemia es que los modelos laborales han cambiado y los profesionales tienen nuevas prioridades, como el bienestar o la conciliación. El informe State of the Global Workplace Report 22 de la consultora Gallup constata que la percepción de los españoles sobre el clima laboral ha descendido tres puntos y, con un 27%, se sitúa entre las más bajas de Europa. Por su parte, Eurostat destaca que casi el 25% de la población española en edad de trabajar no ve cumplidas sus aspiraciones laborales, frente al 13,8% de la media europea.
Para analizar qué motiva a los profesionales en su trabajo e identificar sus intereses, InfoJobs ha realizado una encuesta sobre La pirámide del empleo: las necesidades laborales de los profesionales españoles en la que la casi un 40% de los trabajadores afirma que lo que más valora de un trabajo es la flexibilidad, seguido muy de cerca por el tipo de contrato, con un 36%. En Madrid, también son los dos aspectos más demandados por los profesionales, ambos con un 36% de las menciones, pero a diferencia de otras comunidades, se demanda más el teletrabajo (34%). Según datos del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), en mayo de 2022 el 51% de personas ocupadas en Madrid tenían un trabajo que les permitía teletrabajar total o parcialmente, lo que puede explicar que sea un elemento tan deseado para los encuestados.
Los profesionales madrileños consideran más importante el reconocimiento y la seguridad
Si imaginamos una pirámide de necesidades laborales, y la analizamos desde la base, el primer escalón que tienen que cubrir los trabajadores corresponde a las necesidades básicas (relacionadas con salario, horario o contrato), que, en la encuesta de la Comunidad de Madrid, obtiene un 56%. Si vamos al detalle, los trabajadores valoran sobre todo la cercanía (distancia) al puesto de trabajo (31%), el salario fijo o variable (24%) y los días extra de vacaciones (16%).
El segundo nivel corresponde a la necesidad de seguridad, la segunda más valorada (74%) en Madrid e incluye aspectos que aportan tranquilidad y estabilidad laboral y otros más emocionales (temor a perder el empleo o recortes de personal). Concretamente, los encuestados valoran el tipo de contrato (36%) y de jornada (25%), la solidez económica de la compañía (22%), el seguro médico (17%) y los beneficios sociales, como el cheque guardería (15%).
El tercero es la afiliación (52%), en cuanto a necesidades interpersonales y de comunicación y sentimiento de pertenencia. Los trabajadores madrileños puntúan con un 27% el compañerismo, con un 16% la relación personal o emocional con los compañeros y con un 15% la reputación de la compañía (si cuida a sus trabajadores o fomenta la desconexión digital, por ejemplo).
El cuarto escalón corresponde a la necesidad de reconocimiento y confianza, que es la necesidad más valorada en Madrid (78%). Se refiere a las perspectivas de crecimiento y desarrollo profesional: si el trabajador reconoce oportunidades de avance o que sus contribuciones son valoradas, colabora más y su compromiso aumenta. En este sentido, los encuestados valoran sobre todo la flexibilidad (36%), el teletrabajo (34%), la confianza por parte de la empresa (23%) y el reconocimiento del desempeño por parte de superiores (15%).
Y en la cima, la autorrealización (49%), tiene que ver con la vocación, disponer de un plan de carrera y desarrollar el potencial. Más en detalle, los trabajadores madrileños valoran con un 19% la capacidad de ascenso, con un 18% la formación en la empresa para desarrollar capacidades profesionales, con un 14% la capacidad de desarrollo personal (resolución de problemas o creatividad) y con un 5% la cultura empresarial en temas sociales (diversidad e igualdad).
Top 10 de las necesidades laborales en la Comunidad de Madrid
Si analizamos las respuestas dentro de cada nivel de la pirámide, podemos establecer un ranking de necesidades laborales. Los primeros puestos corresponden a la flexibilidad y el tipo de contrato, ya sea indefinido, temporal, autónomo, etc. (36%), el teletrabajo (34%) y la cercanía al puesto de trabajo (31%). La quinta “necesidad” más valorada por los encuestados, con un 27%, es el compañerismo. Llama la atención que el salario, que obtiene un 24% de las menciones, no se considera tan importante y se sitúa en el séptimo lugar, por detrás del tipo de jornada (en sexta posición con un 25%). Completan la lista de aspectos más valorados la confianza en el trabajador por parte de la empresa (23%), la solidez económica de la compañía (22%) y la capacidad de ascenso (19%)
Las respuestas de los encuestados se concentran mayoritariamente en dos escalones: reconocimiento y seguridad, de lo que se desprende que la mayoría de los trabajadores han cubierto sus necesidades más básicas, están conformes con su empleo y aspiran a obtener reconocimiento, pero también les preocupa la estabilidad en cuanto a jornada o contrato. Se prioriza un ambiente laboral estable y que la empresa proporcione las condiciones básicas. En general, todo lo relacionado con bienestar y comodidad (flexibilidad, cercanía o teletrabajo) se abre paso por encima del salario o los beneficios adicionales y demuestra que los trabajadores buscan el equilibrio entre lo personal y lo profesional.
En palabras de Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs: “En estos dos años hemos asistido a un cambio de modelo. Los profesionales priorizan cada vez más aspectos como la flexibilidad laboral, el tipo de contrato o el compañerismo en el trabajo y elementos como el salario y la solidez económica de la compañía cada vez tienen menos relevancia. Las reglas han cambiado y las empresas deben saber adaptarse a este nuevo paradigma donde los empleados son más exigentes”. Pérez añade: “Factores como procurar el bienestar de los empleados, atender a sus intereses y mejorar el entorno laboral para que se sientan satisfechos resultan clave a la hora de atraer y retener el talento”.
Las mujeres se muestran más preocupadas por los aspectos económicos que los hombre
Respecto al género, en Madrid, a diferencia de la mayoría de comunidades, las mujeres se preocupan más por temas económicos que los hombres. Concretamente destacan la preocupación por el salario fijo o variable (27% de las mujeres vs. 21% de los hombres) y la capacidad de ascenso (21% vs. 18%). Paralelamente, los hombres se interesan más por el reconocimiento y el estatus en el trabajo, concretamente por el reconocimiento del desempeño propio por parte de superiores (18% vs 13%) y por la confianza en el trabajador por parte de la empresa (25% vs. 21%)
Por otra parte, cuanta más edad, mayor es la necesidad de seguridad (un 77% para los que están entre los 45 y los 54 años), mientras que los jóvenes se interesan más por el reconocimiento (un 70% para el grupo de 16 a 24 años). Destaca el elemento de capacidad de desarrollo personal, especialmente de edades comprendidas entre 25 y 34 años (20%).
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