De arquitecto a ilustrador de cuentos, de camarero a empresario hortofrutícola, de administrativo a músico… Las crisis económicas —o las personales— obligan a no pocos profesionales a reinventarse en el plano laboral.
Hay que tener en cuenta que pasamos gran parte de nuestro tiempo desempeñándonos en «X» o «Y» trabajo y una de las claves para vivir bien es ser felices en lo que hacemos. Por eso, Cristina de la Fuente, experta en reinvención y transición laboral, nos cuenta las ventajas y des-ventajas de la reinvención profesional y da algunos consejos para que cambiar de ocupación sea un poco más fácil.
¿Estás en un punto de tu vida en el que no te sientes satisfecho con lo que haces? ¡Te entendemos! Todos hemos pasado por ahí. Aunque puede ser un sentimiento pasajero, también es posible que sea una señal para cambiar de profesión.
Tres de cada cuatro españoles no se sienten felices en su trabajo, según revela un estudio realizado por la empresa de recursos humanos Adecco. El informe asegura, además, que el 35,6% de los trabajadores encuestados encuentra “difícil” cambiar de empleo por comodidad, puesto que cuando se ha logrado una estabilidad laboral el temor a asumir riesgos resulta mayor. Es más, según datos de Eurostat, un 25,1% de la población española no ve cumplidas sus aspiraciones laborales. Es decir, 1 de cada 4 españoles está insatisfecho con su puesto de trabajo, proporción que nos sitúa un 10% por debajo de la media europea. Ante esta situación, según InfoJobs, se estima que un 27% de los trabajadores planea dejar su empleo en 2022.
Sin embargo, reinventarse profesionalmente a cualquier edad no solo es posible, sino también positivo: atreverse a dar el salto y a re-inventarnos como trabajadores puede conducirnos a una realidad mucho más satisfactoria que la que tenemos. «Efectivamente la reinvención no depende de la edad, en cualquier momento podemos cambiar de tercio, de función, de sector por cuenta ajena o diseñar un proyecto por cuenta propia», asegura Cristina de la Fuente, experta en reinvención y transición laboral.
¿Cuándo es un buen momento para cambiar de profesión?
Actualmente, vivimos en un mundo muy cambiante; nuevos trabajos aparecen para dejar los empleos tradicionales atrás. Así que siempre será válido cambiar de sector profesional y darle un nuevo aire a tu perfil.
Como explica Cristina de la Fuente: «Ya sea que estés en tus 30, 40 o 50, ¡puedes cambiar de profesión en el momento que quieras! nos han vendido de que te tienes que dedicar a lo que estudiaste con 18 años toda tu vida y que es imposible hacer un cambio de 180 grados y eso no es cierto. El conocimiento que te haga falta para ese cambio lo puedes adquirir volviendo a estudiar pero lo importante, la mayoría de las veces, son las soft skills que puedes brindar a otra carrera u otro puesto de trabajo».
Entonces, si te preguntas si se puede cambiar de profesión después los 30, ¡la respuesta es un rotundo sí! Solo ten en cuenta que los títulos ya no son lo único que define tu futuro laboral. Las llamadas soft skills (habilidades blandas) son cada vez más relevantes en los procesos de reclutamiento.
Competencias como la creatividad, el dominio de otro idioma, la capacidad de comunicación, la gestión del tiempo, el trabajo en equipo y el sentido de colaboración, entre otras, son muy valoradas dentro de las empresas.
Además, la experiencia hará que el camino que quieres construir como profesional sea mucho más amplio y cotizado de lo que crees.
Las claves para reinventarte en tu profesión
«Hay que estar «enamorado» del nuevo proyecto de trabajo, pero este entusiasmo, aunque es el motor, «no basta para reinventarse, y necesita ir acompañado de realismo y trabajo organizado, seguir una estrategia», indica Cristina de la Fuente.
Algunas claves para reinventarse profesionalmente, según la experta son:
¿Por cuenta ajena o tirando del carro?
El anhelado giro profesional quizá solo requiera cambiar de puesto de trabajo o de empresa; puede que se resuelva con dejar de trabajar por cuenta ajena y convertirnos en dueños de nuestro propio proyecto, o tal vez consista en abrir nuevas vías de formación hacia una actividad hasta ahora desconocida. ¿Cómo no equivocarnos al elegir? Cristina de la Fuente nos da las pistas para tener más posibilidades de acertar: «Después de hacer autoanálisis para tener claras nuestras fortalezas y debilidades, saber qué nos gusta, lo que se nos da bien, cuáles son nuestras aficiones e incluso en qué espacio nos gustaría trabajar, podremos acotar terreno e investigar en las áreas que encajan con nuestras características. Bucear y profundizar en el sector elegido nos dará pistas valiosísimas. Con las opciones claras toca elegir, pero llegados hasta aquí tomar la decisión final será mucho más fácil».
¿Cansancio o insatisfacción?
«Mi primer consejo –explica De la Fuente– es trazar un límite entre la insatisfacción irremediable y el ligero cansancio, el cual puede permanecer incluso después de las vacaciones». En el primer caso, elaborar y resolver las pequeñas áreas de insatisfacción de tu vida no es difícil; en el segundo caso, en cambio, hay que tener en cuenta que hay que hacer cambios, grandes o pequeños, sin apresurarse.
El consejo que nos da la experta es fijar un horizonte temporal de entre seis o doce meses para no tomar decisiones equivocadas. Lo primero que hay que hacer es un balance real: personal y profesional. A veces, la frustración laboral es sólo la punta de un iceberg, un signo de un malestar más profundo que afecta a otras áreas de nuestras vidas. Ocurre mucho más a menudo de lo que te crees: crees que quieres cambiar de trabajo cuando, en realidad, lo que quieres cambiar es tu vida. No es reconfortante, por supuesto, pero llamar a las cosas por su nombre y hacer el diagnóstico correcto ya es un primer paso útil hacia la mejora de tu situación.
Pensar en perspectiva
Lo segundo que tienes que hacer es razonar desde una perspectiva que no sea inmediata, sino prospectiva. Intenta identificar y entender lo que no funciona en tu trabajo: ¿No estás motivado? ¿Tienes problemas con tus compañeros? ¿Sientes una carga laboral que se te escapa de las manos? A veces, por ejemplo, funciona tener un día de teletrabajo a la semana, igual que también funciona muy bien pedirle a tu jefe o a Recursos Humanos que te traslade a otros proyectos o a un departamento diferente, lo cual puede ayudarte a tomar impulso y como punto de inflexión.
Cómo planificar el cambio de empleo
Descubrir que ha llegado la hora de salir de nuestra zona de confort no significa que seamos capaces de dar el paso a reinventarnos solos. De hecho, en el estudio de Adecco, un 27,7% de los encuestados aseguró verse frenado por la falta de ayuda y por no saber cómo llevar a cabo el cambio.
Hablamos de estrategia porque, hoy en día, cambiar de trabajo requiere la elaboración e implementación de una estrategia real que involucra diferentes aspectos: el equilibrio de tus habilidades duras y blandas, la elaboración de un CV bien hecho (no más de dos páginas y que sea ligero y fácil de leer), la identificación de las empresas en las que te gustaría trabajar, los contactos con los reclutadores y headhunters, la presencia en las redes sociales… «Tras muchos años de carrera, muchos profesionales no conocen qué posibilidades reales existen, las claves del contexto actual, si sus rasgos de personalidad, conocimientos y experiencia se adecúan a las mismas… Y cuando las han descubierto, no saben cómo sacar partido a su perfil«, asegura la experta.
Dirígete a la meta con decisión
Ya sea un enfado momentáneo o una frustración a largo plazo, el último consejo que nos da la experta en reinvención laboral es que no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. El trabajo perfecto no existe, pero si te aterra pensar en estar otro año más en la misma oficina, con los mismos jefes y los mismos compañeros de trabajo, es hora de cortar por lo sano. A veces, el miedo o vértigo que nos da soltar algo que consideramos «seguro» y abrazar la incertidumbre que ello conlleva nos impide tomar esa decisión que los headhunters siempre aconsejan: nunca permanecer en la misma empresa más de diez años. No hacer caso de esta recomendación no es muy aconsejable, ya que te desgastarás y te costará más introducirte en un trabajo nuevo.
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