La preocupación por el futuro de las pensiones y la sostenibilidad del sistema es un tema que sigue preocupando de manera muy relevante a los españoles. Y es que España enfrenta el reto del envejecimiento demográfico, agravado por el inminente acceso a la jubilación de los ciudadanos pertenecientes a la generación del baby boom (los nacidos entre finales de 1950 y finales de 1970) ya que algunos de ellos empezarán a jubilarse a partir del año 2023. Además, según la AIReF, el gasto en pensiones subirá un 4,9% en 2022 y hasta un 8,8% el año que viene, superando los 13,5 millones de euros, cifra récord en la historia española y que, a su vez, implicará un gasto de casi 170.000 millones para el país en pensiones. No es de extrañar, pues que, según el IV Barómetro InfoJobs sobre Preocupaciones de los Españoles en Relación al Empleo, y por segundo año consecutivo, la principal preocupación de los españoles sea el retraso en la edad de jubilación, aunque desciende en 20 puntos respecto a 2021. Así, casi el 40% de la población activa encuestada muestra inquietud por la posibilidad de tener que trabajar hasta los 67 años.
En segundo lugar del ránking aparece la posibilidad de pérdida del empleo, que preocupa al 30% de los encuestados. Pese al buen comportamiento del empleo respecto a años anteriores y la perspectiva de una buena campaña turística en nuestro país, no podemos obviar que, según los datos publicados recientemente por el INE, en el primer trimestre del año se han destruido 100.200 empleos, respecto al último trimestre de 2021. Además, el paro también ha subido en 70.900 personas en el primer trimestre, hasta sumar 3.174.700 desempleados, que sumado a una pérdida de la tasa de actividad de 29.400 personas, eleva la tasa de paro en tres décimas hasta el 13,65%, aunque el nivel de ocupación se mantiene por encima de los 20 millones.
Aunque el contexto tras la crisis sanitaria sigue marcado por nuevas dificultades que afectan de manera directa a la empleabilidad y los salarios de los españoles, como la creciente inflación (de hasta el 8,7% en este mes de mayo) o la guerra de Ucrania y sus consecuencias económicas, a nivel nacional destacan los buenos datos en cuanto a creación de empresas: según el INE, en marzo de 20221 se constituyeron un total de 11.071, un incremento del 0,6% respecto al mismo mes de 2021 y la cifra más alta de los últimos 14 años.
En palabras de Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs: “Vivimos un clima de preocupación por la sostenibilidad de las pensiones. Cada vez son más instituciones y expertos quienes señalan las dificultades del actual sistema y eso se refleja en una incipiente preocupación en la población activa.»
Además, con una tasa de paro elevada debemos buscar soluciones para favorecer la ocupación, sobre todo entre los jóvenes. Ejemplo de ello es la hostelería: desde el sector demandan personal formado y disponible para cubrir la alta demanda de trabajadores prevista para la campaña de verano mientras los profesionales denuncian los bajos salarios y la necesidad de mejorar las condiciones laborales para hacer más atractiva la profesión y poder cubrir esas vacantes”.
Las mujeres, más preocupadas por la pérdida de empleo y el salario mínimo interprofesional insuficiente
Respecto al género, tanto hombres como mujeres coinciden en que su mayor motivo de preocupación es el retraso de la edad de jubilación. Sin embargo, ellos destacan aspectos relacionados con los beneficios y gestión laboral y ellas se muestran preocupadas por la posibilidad de la pérdida de empleo, el hecho de que los salarios y los puestos de trabajo no estén acordes a la experiencia de los profesionales, o que el salario mínimo interprofesional sea insuficiente. Este último dato preocupa al 29% de las mujeres —que suelen tener los salarios más bajos—, pero solo al 19% de los hombres.
En este sentido, a diferencia del año anterior donde el tema de la brecha salarial era el más candente entre el género femenino, este año las preocupaciones adquieren otro cariz, como ocurre con la posibilidad de pérdida de empleo, que preocupa a un 29% de los hombres mientras que este porcentaje se eleva en 3 puntos porcentuales (32%) cuando nos referimos a las mujeres.
El paro juvenil y la pérdida de empleo, lo que más preocupa a los jóvenes; el retraso en la edad de jubilación, de los 35 años en adelante
El rango de edad también influye en el orden de preocupaciones de los españoles en relación al empleo, variando de forma relevante según el segmento. Lo que preocupa a los más jóvenes (16-24 años) es el paro juvenil (46%), que el salario mínimo interprofesional siga siendo insuficiente (35%) y que los salarios o puestos no sean acordes a la experiencia y formación de los profesionales (34%). Destaca el hecho de que la falta de contrataciones a causa de la covid ha perdido la relevancia que tuvo en este sector el año pasado.
En el caso de los millennials (25-34 años), las primeras posiciones las ocupan los salarios o puestos no acordes a la experiencia y formación de los profesionales (36%), la posibilidad de pérdida de empleo (33%) y el retraso de la edad de jubilación (31%). En este segmento también se observan cambios, pues la falta de reconocimiento laboral ha perdido peso en relación al año pasado.
A partir de los 35 años, se repite el patrón de 2021 y el retraso en la edad de jubilación se posiciona como la principal preocupación con un 36% de menciones. A medida que aumenta la edad de los encuestados el porcentaje se incrementa pues, a partir de los 45 años, esta preocupación lidera el ranking con un 43% y llega al 51% en el caso de los profesionales de 55 años en adelante.
Los inconformistas, los más preocupados por la posibilidad de pérdida de empleo
Según el perfil actitudinal de los profesionales, definido a través de dos ejes de segmentación – el nivel motivacional laboral presente por parte del profesional y la perspectiva del mundo laboral-, encontramos cuatro perfiles de empleados distintos: el vocacional, el conservador, el acomodado y el inconformista.
En este sentido, los trabajadores con un perfil actitudinal inconformista (los más digitalizados y proactivos) son los más preocupados por la posibilidad de la pérdida de empleo, la falta de motivación y de liderazgo o la mala gestión del teletrabajo. Por otro lado, los trabajadores con un perfil acomodado (aquellos que buscan la estabilidad y están menos digitalizados) muestran más inquietud por el retraso en la edad de jubilación, el paro en edades avanzadas y las indemnizaciones insuficientes por despido. A los vocacionales (más conformes con su trabajo y modelo laboral, que se dedican sobre todo a actividades profesionales, científicas y sanitarias) les preocupa el exceso o urgencia del trabajo y el estrés que este provoca y los salarios no acordes a su experiencia y formación. Finalmente, los conservadores (que se sienten más cómodos en empresas tradicionales que les proporcionan seguridad), son el perfil que muestra menor nivel de preocupaciones laborales pero destacan el paro, la pérdida de empleo y el retraso en la edad de jubilación.
Los andaluces, los más preocupados por la posible pérdida de empleo; los catalanes, por la bajada o congelación de salarios y el salario mínimo interprofesional insuficiente
En cuanto a las regiones españolas, existen diferencias particulares según la comunidad autónoma. En este sentido, Andalucía se erige como la más preocupada por la pérdida de empleo y la que más lastra el temor al cierre de empresas. Se trata de la comunidad (de las analizadas por InfoJobs) con un menor número de empresas creadas en el último año (hasta marzo de 2022), hecho que puede generar mayor inestabilidad.
En el bando opuesto está Cataluña, con un crecimiento anual positivo y que además presenta una mayor tasa de estabilidad en la contratación de los mayores de 45 años, vinculada directamente al hecho de tener un contrato indefinido y que por lo tanto genera más seguridad por mantener el empleo. En cambio, los catalanes se muestran más preocupados por la bajada o congelación de salarios y por el salario mínimo interprofesional insuficiente.
Por otro lado, en la Comunidad de Madrid también domina la preocupación por la posibilidad de pérdida de empleo. Además, es la comunidad más preocupada por el estrés laboral y la sobrecarga de trabajo. Finalmente, a los vascos les preocupa mayoritariamente el retraso de la edad de jubilación.
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