En un entorno económico cada vez más complejo y ante la creciente digitalización de la industria financiera ha emergido en los últimos años el papel del asesor financiero. Las necesidades de los inversores y el uso cada vez más frecuente y exclusivo de herramientas digitales del sector bancario hacen esencial la comunicación cara a cara y la relación de confianza con el cliente, una aptitud clave en los profesionales de la banca que se dedican al asesoramiento.
Por ese motivo, el ahorrador busca y valora cada vez más el trato cercano y familiar que ofrece el asesor financiero que le conoce a fondo y le aconseja de forma personalizada en función de sus necesidades reales. El mayor ejemplo lo representa la figura del Family Banker, nombre con el que se conoce a los asesores financieros de Banco Mediolanum. A continuación, repasamos por qué cada vez más asesores están interesados en ser Family Banker.
Formación continua
El perfil del Family Banker requiere de una serie de habilidades técnicas e interpersonales. Por ello, Banco Mediolanum proporciona una formación continua para que sus profesionales puedan desarrollar su actividad con plenitud.
Con esta formación, los Family Bankers adquieren un elevado nivel de conocimientos que les permite acompañar a sus clientes en la planificación de sus finanzas personales.
Flexibilidad en la gestión de la carrera profesional
Además de esa formación técnica, la naturaleza de la profesión permite que cada Family Banker se desarrolle libremente en función de su propio perfil y capacidades. De hecho, los Family Bankers pueden escoger dos rutas de desarollo distintas que satisfagan sus preferencias profesionales.
La ruta profesional permite al Family Banker consolidarse como experto en la relación con los clientes, puede llevarlo a convertirse en Professional Banker o Private Banker en función de su vocación, o bien puede dedicarse a la coordinación y desarrollo de equipos. Además, aquellos Family Bankers que quieren transmitir sus conocimientos pueden ejercer como formadores en diferentes ámbitos de la actividad.
Además de la libertad que ofrece ser profesional autónomo e independiente, ser Family Banker también hace más fácil conciliar su actividad profesional con las circunstancias personales y familiares.
Family Banker, una profesión de futuro
Las anteriores no son las únicas ventajas de formarse como Family Banker. Su posición central como principal canal de relación de Banco Mediolanum con los clientes le permite marcar su propio crecimiento, ligado al asesoramiento y la consecución de objetivos de sus clientes.
Teniendo en cuenta lo anterior, convertirse en Family Banker ofrece una cantidad considerable de ventajas para asesores financieros que quieran adaptarse al nuevo perfil profesional que exigen las circunstancias actuales. No sólo permite desarrollarse profesionalmente con libertad, sino estrechar lazos de confianza con los clientes y convertirse en un verdadero pilar de su gestión financiera.
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