Aunque el trabajo en remoto ha crecido mucho durante la pandemia, todavía son muchas las personas que tienen que ir diariamente a su centro de trabajo. A continuación, vamos a analizar cada medio de transporte y lo que dice de ti que uses uno u otro:
5 formas de ir a la oficina
Coche, para los más independientes
El coche es la mejor elección si no te importa el tráfico, no quieres depender de los horarios del transporte público y no te apetece compartir espacio con más gente. No podemos negar que el coche da una gran independencia y autonomía, ya que durante el camino puedes ir cantando tus canciones favoritas, pillas asiento seguro y no tienes que preocuparte de si hay huelga de transporte. Además, si vas en coche eléctrico, ¡eso significa que también te importa el medio ambiente y que luchas por su conservación!
Si prefieres ir en coche eres una persona independiente, que valora su privacidad, con las ideas claras y que antepone la comodidad a otros factores. No te olvides de buscar un seguro de coche eléctrico que se ajuste 100% a tus necesidades y a las peculiaridades de ese vehículo. ¡Así ahorrarás y estarás totalmente protegido!
Moto, la máxima movilidad
Si no quieres perder tiempo desplazándote a la oficina cada día, la motocicleta es tu mejor aliada, ya que evita atascos y no hay que esperar al transporte público. En comparación con el coche, otra de las ventajas es el ahorro en combustible y en aparcamiento, tanto en buscarlo como en parquímetros.
Ir a la oficina en moto te da una gran libertad, por lo que quienes la prefieren suelen ser personas aventureras y atrevidas a las que les gusta tener el control de la situación en cada momento.
Metro, veloz y seguro
El metro es una forma rápida y económica de acudir a la oficina, especialmente en ciudades como Madrid o Barcelona. Al tener una amplia red de líneas y un servicio muy fluido y eficaz no tendrás que esperar mucho tiempo para montarte en el vagón y llegar a tu puesto de trabajo.
Si usas mayoritariamente el metro no te gusta perder el tiempo y valoras la eficacia por encima de todo. Te gusta ir sobre seguro y ser una persona práctica.
Autobús, la alternativa para disfrutar de la ciudad
Esta es la opción para quienes quieren ir admirando el paisaje antes de llegar a la oficina. Aunque el autobús tarda un poco más que el metro y corre el riesgo de sufrir atascos, es una buena manera para disfrutar del camino y relajarse antes de empezar a trabajar. Además, puedes aprovechar el trayecto para hacer otras cosas, como leer o revisar tu correo.
Quienes prefieren el autobús son personas que huyen del estrés y las prisas, a las que les gusta la naturaleza y disfrutar del tiempo libre.
Bicicleta, la opción más sostenible
Ir a la oficina en bicicleta es una excelente manera de hacer deporte y de minimizar el impacto ecológico que dejas en el planeta. La contaminación es uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos actualmente, por eso es importante poner nuestro granito de arena. Además, si no tienes tiempo para hacer ejercicio durante la semana, ir en bici mejora tu salud cardiovascular y tonifica tus músculos, sobre todo los de las piernas.
Las personas que van en bicicleta a la oficina son personas que se preocupan por el medioambiente y por su salud.
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