Tras el estallido de la pandemia y con medio mundo teletrabajando o teleestudiando, comenzaron a proliferar una serie de influencers que llenaron de consejos y claves las redes con el fin de establecer pautas para mejorar la productividad. 25 minutos de concentración plena y 5 minutos de descanso, son algunas de las pautas que pueden consultarse por Internet. A día de hoy, con el teletrabajo más establecido, muchas de esos consejos no se pueden aplicar a todo tipo de trabajadores. Algunos serán efectivos para unos, pero otros, no. Desde Woffu, startup especializada en la optimización de la gestión del tiempo de los empleados, se destacan cuáles son las claves que sí o sí, son eficaces en la gestión del tiempo en el trabajo en remoto.
Apuntar los «to do»
Con «libreta y lápiz», con agenda digital, como se prefiera, pero, siempre, apuntar la lista de tareas pendientes de hacer. «Esto nos dará una idea clara del volumen de trabajo que manejamos, nos ayudará a priorizar y, además, ir tachando nos reconfortará y nos motivará para continuar con la siguiente tarea» apuntan desde Woffu.
Reuniones de no más de 20 minutos, escasas y bien planificadas
Dice la leyenda que Winston Churchill, primer ministro británico en dos ocasiones, consideraba que todo lo que tuviera una solución podía resolverse con 20 minutos de conversación. El resto simplemente era una causa perdida. Esta es una norma que se puede aplicar a las reuniones virtuales. Existen directivos que no contemplan una semana sin que haya una reunión, cuando muchas de esas decisiones se pueden tomar desde cauces más prácticos y efectivos, por ejemplo, con una simple llamada de teléfono. En este punto, una vez se haya agendado una reunión, esta tendrá que estar bien planificada, con los temas a hablar bien claros.
Fuera ladrones de tiempo
Pese a que el empleado esté teletrabajando, no se libra de los llamados «ladrones de tiempo»: interrupciones, urgencias, notificaciones, llamadas, peticiones de ayuda… circunstancias que hacen que se desconcentre de la tarea principal que se está haciendo. A todo esto, hay que sumarle la «tentación» de consultar las redes sociales o chatear en ellas. Por esto, es básico organizar bien la jornada y anticiparse a estas distracciones. Comunicar a los compañeros que se está realizando una tarea que exige la máxima concentración y así evitar llamadas o peticiones inesperadas.
Stop procrastinar
Tal y como dice el dicho «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy». «Hay tareas que nos implican un mayor esfuerzo por el motivo que sea: porque no sean tanto de nuestro agrado, porque sean tediosas, etc. En este punto es óptimo no dejar este tipo de tareas en último lugar y alargarlas en el tiempo porque eso nos repercutirá negativamente en la productividad» plantean desde Woffu.
Anticípate: planifica la jornada laboral del día siguiente
Y si hay algo que es efectivo en lo que a términos de productividad se refiere, es la planificación y en concreto, la planificación de la jornada del día siguiente. Es muy ventajoso apuntar todas las tareas que nos dejamos pendientes para el día siguiente. De ese modo, podremos comenzar el día con una visión clara de los objetivos del día.
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