El estudio comienza señalando cuatro tendencias claras en el nuevo diseño de oficinas: la no territorialidad (especialmente para dos tipos de trabajadores), el absoluto protagonismo de las zonas colaborativas y sociales, con diferentes tipologías de espacios, la flexibilidad / versatilidad de los espacios y su equipamiento y la humanización de los entornos laborales.
Las empresas por primera vez han tomado conciencia del papel relevante de la oficina en sus nuevas políticas de bienestar. Es por ello que el diseño centrado en el usuario es hoy el predominante en las nuevas oficinas.
Señala este estudio de Ofita que colocar a las personas en el centro del proyecto se respira en cada espacio, que son diseñados según criterios saludables y sostenibles. Y además, cada día es más habitual que las nuevas oficinas dispongan de salas wellness, espacios para hacer una pausa; para relajarnos en una clase de yoga, tumbarnos un rato a meditar o para jugar una partida de pin pong con algún compañero.
Según Ofita, estamos pasando de un modelo en el que cada empleado tiene asignado un espacio fijo de trabajo –el típico escritorio con la foto familiar y nuestros recuerdos -, a otro en el que un mismo puesto de trabajo es utilizado por diferentes personas en distintos momentos.
Dejamos atrás la asignación de puestos para cada persona y también el concepto de »un mismo espacio para todos». La clave de la efectividad radica en disponer de diferentes espacios para que los trabajadores puedan elegir dónde quieren trabajar según la actividad que estén realizando.
El estudio de Ofita visualiza un concepto vecinal, de ciudad, con sus barrios, zonas de ocio, plazas, parques, biblioteca, avenidas y viviendas privadas. Y, sobre todo, un barrio que vive en torno a sus personas, diseñado pensando en su bienestar. Un barrio en el que buscamos socializar con otros, pero en el que siempre encontramos nuestro refugio más privado.
3×4 = 12 espacios, para habitantes, huéspedes y nómadas digitales
No todos los barrios son funcional ni conceptualmente iguales en esta ciudad. En su interior se habilitan 3 áreas, cada una de ellas con 4 tipos de espacios. Es decir, 12 escenarios diferentes en la oficina, diferenciados por el nivel de privacidad que necesita cada actividad para realizarse eficaz y saludablemente.
¿Qué factores determinan el uso de cada uno de estos espacios?: Dos, principalmente: el propósito del lugar de trabajo y los distintos perfiles de los usuarios.
a) El propósito del lugar de trabajo: concentración, colaboración, (¿remota o presencial? ¿agendada o espontánea?) aprendizaje, socialización o conexión con la marca, por ejemplo.
b) El uso de cada espacio está también condicionado por los distintos perfiles profesionales que conviven en la oficina; es decir con las distintas personas que habitan en esta ciudad: sus habitantes (pasan la mayor parte del tiempo en su puesto de trabajo), los huéspedes (van a la oficina frecuentemente para tareas específicas que no pueden hacerse en remoto, y cuando acuden a ella, se mueven por los distintos espacios dependiendo de la tarea que tengan entre manos) y los nómadas digitales (en raras ocasiones usan la oficina, únicamente acuden al centro de trabajo para intercambiar información y asistir a reuniones).
Las ROJAS, según Ofita, son áreas »calientes» para las actividades más ruidosas. Estos espacios son las principales áreas de reunión y colaboración de la oficina, serían 4: la Plaza, la sala multifuncional, las salas de reunión y las salas de trabajo en equipo.
Las ÁREAS AZULES son los espacios diseñados para el trabajo más concentrado y aquellos que más silencio ambiental requieren. Estos 4 espacios son: los puestos de trabajo (las viviendas), la Biblioteca, las cabinas y la sala wellness.
Las ÁREAS NARANJAS son 4 espacios que sirven de tránsito entre unas actividades y otras. Este barrio imaginario está formado por esos espacios ni »fríos» ni »calientes» que visualmente marcan y nos transmiten el recorrido y organización espacial de la oficina, describe el ebook de Ofita.
Estos espacios »naranjas» propician los encuentros y la colaboración más espontánea. Son »naranjas»: la recepción, el Parque, el Bulevar y las áreas soft seating.
En el nuevo lugar de trabajo, los trabajadores tienen la posibilidad de elegir entre estos 12 escenarios dónde y cuándo quieren trabajar. Y cualquier lugar puede ser un puesto de trabajo.
Un espacio para socializar, colaborar, concentrarse, aprender o relajarse. Busquen lo que busquen, los trabajadores -habitantes, huéspedes y nómadas digitales- encontrarán en las nuevas oficinas el lugar perfecto para que pueda trabajar en las mejores condiciones.
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