Los entornos laborales atraviesan un momento de cambio. La pandemia y la evolución digital supusieron un gran auge del teletrabajo, y la reciente reforma laboral está conllevando cambios sustanciales en la distribución de la jornada. Ciertas rutinas que se creían asentadas y que tienen que ver con los horarios rígidos, el modelo de oficina convencional y las jerarquías, están dejando paso a una nueva realidad que gira entorno al concepto de flexibilidad en su sentido más amplio. Y es en este contexto en el que adquiere fuerza un concepto que será tendencia este 2022: el trabajo líquido.
Pero, ¿qué supone el concepto de trabajo líquido? Esta idea se traduce en una nueva forma en la que las personas se relacionan con su profesión, y cuyos principales pilares son la digitalización, la movilidad y la adaptabilidad horaria. De hecho, según la última encuesta realizada por LinkedIn, 7 de cada 10 trabajadores ya reclaman a sus empresas tener mayor movilidad geográfica (poder trabajar en varias ubicaciones según sus necesidades), y al 73% les gustaría disponer de un horario más flexible y adaptado.
Trabajo líquido para potenciar el talento
El trabajo líquido da solución a las demandas de los trabajadores españoles, especialmente de aquellos vinculados con sectores tecnológicos, ya que apuesta por potenciar sistemas de organización flexibles que favorezcan el desarrollo del talento individual y, por consiguiente, de la productividad a nivel global de la empresa. «Supone el grado más alto de “libertad” y autonomía tanto para las compañías como para los trabajadores. Con esta realidad líquida, las empresas pueden adaptar las tareas, objetivos y recursos humanos a las necesidades concretas de los proyectos puestos en marcha en cada momento. A su vez, los trabajadores adoptan un papel mucho más activo, dejando atrás las ataduras a un determinado puesto o cargo, y son capaces de ir adquiriendo nuevos roles, desarrollando por tanto diferentes habilidades que les permitirán descubrir nuevos horizontes y proyectos», señalan desde Lexington.
La importancia de los espacios flexible para el trabajo líquido
En este contexto, Lexington, primera compañía del sector de espacios de trabajo flexibles en España y que cuenta con oficinas en las principales ubicaciones estratégicas de Madrid y Barcelona, destaca que «las empresas cada vez se decantan más por un nuevo concepto de espacio: la oficina líquida, versátil y flexible; que pueda ser modificada según las necesidades del proyecto o del equipo de trabajo en concreto que lo ejecute y que se adapte a cualquier imprevisto». En este sentido, desde Lexington impulsan el alquiler de espacios en condiciones totalmente flexibles, suprimiendo los largos periodos de contratación que limitan la capacidad de movimiento y aumentan el riesgo de las inversiones que realizan las empresas. Asimismo, ofrecen un servicio de oficinas híbridas, que facilitan esta transición hacia la verdadera modernidad organizacional y son una fórmula que permite compaginar de manera óptima el teletrabajo con el trabajo presencial a través de la rotación de los equipos.
Los espacios flexibles se transforman al mismo tiempo que lo hacen los negocios y es por eso que son capaces de absorber las tendencias de trabajo más punteras. El trabajo líquido y los espacios de trabajo flexibles son la combinación perfecta para abordar los desafíos del presente y del futuro.
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