Mientras que la economía nacional se va recuperando poco a poco, los impagos siguen causando dificultades económicas y operativas para una gran parte del entramado empresarial. Una de ellas es la imposibilidad de contratar nuevos empleados.
Según el Informe Europeo de Pagos de Intrum, el pago tardío de facturas por parte de clientes obstaculiza la creación de empleo del 42% de las empresas españolas.
Estas cifras estarían en línea con las principales estadísticas oficiales registradas en el último Observatorio de Morosidad de Cepyme, publicado a primeros de febrero, que muestra que el 70,5% de las facturas emitidas se abonan con retraso y que el periodo medio de pago ha crecido hasta los 82,5 días, por encima de los 60 establecidos por ley. Esto demostraría que la reapertura de la actividad no se ha traducido en un impulso del pago de la deuda atrasada, sino que continúa afectando a pilares imprescindibles de las organizaciones como la ampliación de plantilla.
El impacto de los impagos en la contratación desciende 10 puntos
A pesar de que los retrasos en los pagos siguen teniendo una influencia importante en la contratación de empleados, su impacto ha descendido respecto a hace un año.
Según el estudio realizado por Intrum, en la edición de 2020 el porcentaje de compañías que reconocía que el abono tardío de facturas afectaba a su capacidad para sumar nuevos profesionales era del 52%. Es decir, ahora es 10 puntos inferior.
Este descenso también se ha producido en otras grandes economías del continente europeo, como Reino Unido, con un decrecimiento similar de 10 puntos; Alemania, que ha pasado del 59% al 42%; o Francia, que ha bajado del 57% al 45%. Una de las excepciones, en este caso, está en Italia, con un incremento de 7 puntos porcentuales.
La referida mejora sería un reflejo de los últimos datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su Encuesta de Población Activa (EPA), que muestra, por un lado, un incremento del 4,35% en el número de ocupados en 2021 y, por otro, la reducción del 16,6% en la cifra de parados, con la tasa de desempleo más baja desde 2008.
El temor a los impagos permanece
Aunque el balance de resultados anterior muestra que los impagos afectan menos a las decisiones de contratación, el temor a las facturas pendientes y sus consecuencias permanece: más de 8 de cada 10 empresas españolas está de acuerdo en que tanto el retraso en el abono de facturas como las largas condiciones de pago son una amenaza real, considerando ambos aspectos como “problemáticos” para su negocio, con un 81% y un 83%, respectivamente. De hecho, este último supuesto se ha incrementado 14 puntos en un año.
Este contexto deja patente la necesidad de poner mayor hincapié en medidas para protegerse contra la morosidad, como puede ser el pago por adelantado, las valoraciones de crédito, el seguro crediticio, la petición de garantías bancarias, el factoring o contar con el asesoramiento de una empresa especializada en prevención y gestión de impagados.
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