Los españoles ahorraron una media de 252€ al mes en 2021, lo que equivale al 23% de sus ingresos. Este dato los convierte en los más ahorradores del estudio que el banco online N26 ha llevado a cabo entre 10.000 clientes españoles y 1,7 millones de clientes a nivel global para ahondar en la psicología que se esconde detrás del ahorro y el gasto. Así, los usuarios españoles fueron los que, porcentualmente, más aportaron a sus huchas el año pasado, situándose por delante de los alemanes (18%), italianos (16%) y franceses (6%). En términos numéricos, España ocupa el segundo lugar, sólo por detrás de Alemania, donde los clientes ahorraron una media de 368€ al mes.
En cuanto a los periodos de mayor desembolso del año, los españoles gastaron más hacia finales del año, coincidiendo con el periodo de consumo navideño (+10% en noviembre y +11% en diciembre), así como en el mes de junio (+8%). En el otro extremo de la tabla, los meses de mayor ahorro fueron marzo y enero (un 94% y 38%, respectivamente, por encima de la media anual).
Los valencianos, los más ahorradores
Los datos ofrecidos por N26 muestran que los valencianos fueron los que, en términos absolutos, más ahorraron en España en 2021, con una media de 397€ mensuales. Esta cifra es un 58% más elevada que la media nacional y muy por encima de otras grandes ciudades como Barcelona (302€) o Madrid (233€). Sin embargo, estas localidades cuentan también con unos mayores ingresos, por lo que porcentualmente su tasa de ahorro se sitúa por debajo del 23% de media general en España: Valencia, con un 18%, y Madrid y Barcelona con un 21% de ahorro mensual medio en ambos casos.
Aunque ellos tienen mayores ingresos, ellas ahorran más
El banco móvil N26 ha contado para el estudio con la doctora Mira Fauth-Bühler, neurocientífica y profesora de neuroeconomía y psicología económica en la Universidad de Stuttgart, para evaluar los resultados y ahondar en la psicología que hay detrás del gasto y el ahorro. Uno de los resultados arrojados por la encuesta a nivel global es que las mujeres asumen menos riesgos a la hora de invertir y gastar dinero, logrando ahorrar un 4% más que los hombres. Según Fauth-Bühler, ellas tienen una ‘región de control’ de mayor tamaño en el cerebro, lo que les permite retrasar la gratificación y resistir la tentación. Así, a pesar de que los hombres encuestados tienen unos ingresos mensuales medios un 30% más elevados, las mujeres son mejores ahorradoras, tanto en la cantidad como porcentualmente.
Sin embargo, la profesora afirma que, aunque la genética influye en el comportamiento, también entran en juego las influencias sociales y externas, lo que significa que los roles de género y los comportamientos condicionados siguen evolucionando y pueden incluso disolverse.
Los seres humanos no están hechos para ahorrar, pero aún así lo hacen
Tal y como señala la profesora Fauth-Bühler »el cerebro humano no está hecho para ahorrar e invertir ni para tomar decisiones financieras inteligentes». No obstante, debido a razones evolutivas, el ser humano se ha entrenado para este comportamiento y su cerebro se ha desarrollado en consecuencia. Así, se ha consolidado una región relativamente joven detrás de la frente llamada «cerebro anterior», que funciona como un »sistema de control». Este permite alcanzar objetivos a largo plazo y superar los impulsos y la búsqueda de la gratificación a corto plazo. »Cuanto más tangible y concreto sea el incentivo, más fácil será que nos dejemos llevar por nuestro sistema de control y retrasemos la gratificación», ha explicado Fauth-Bühler.
La psicología del ahorro y el gasto responsable: los consejos de la profesora
Fauth-Bühler compara el autocontrol con un músculo que se puede entrenar. Para fortalecer los hábitos de ahorro, la profesora aconseja no comprar cuando se está de mal humor, estresado o con prisa. Y es que, según la profesora, si no se dispone de tiempo para reflexionar sobre las consecuencias de la adquisición, el sistema de recompensas se termina imponiendo. Asimismo, es recomendable tomar el control sobre el entorno e identificar los desencadenantes que llevan a gastar de forma impulsiva para evitarlos. »Cuando compres por Internet, no guardes automáticamente los datos de la tarjeta de crédito y otros datos que aceleran el proceso de compra», señala Fauth-Bühler. Cuantos más obstáculos haya, más tiempo tendrá el sistema de control para intervenir y reevaluar la compra prevista.
La profesora sugiere hacer uso de herramientas de ahorro digital que establezcan un patrón basado en el hábito y la automatización, ya que requieren un menor esfuerzo. Por último, Fauth-Bühler aconseja también empezar poco a poco y dividir objetivos de ahorro en hitos más pequeños y lo más específicos posible. »Cumple primero los más fáciles de alcanzar, por ejemplo, a principios de año. Esto nos conducirá a una gratificación instantánea y, debido a un proceso de refuerzo positivo, es más probable que repitamos el comportamiento que dio lugar a ese éxito», ha añadido.
Los comentarios están cerrados.