La pandemia ha puesto frente al espejo a empresas y trabajadores y el resultado es desalentador para muchas organizaciones: los empleados están empezando a renunciar a puestos de trabajo o incentivos laborales para mejorar su condiciones y conciliación. Este fenómeno, bautizado como la Gran Renuncia o la Gran Dimisión, surgió en Estados Unidos hace pocos meses, cuando millones de personas abandonaron sus puestos de trabajo insatisfechas con su situación laboral. Entre la primavera y el verano de 2021 se estima que más de 12 millones de personas renunciaron a su empleo, algo inédito en Estados Unidos, uno de los países desarrollados con la tasa de paro más baja.
Este problema está empezando a extenderse a otros países, y a Europa, en concreto a España, ha llegado en forma de insatisfacción laboral. “Si bien aquí la gente no llega a renunciar a su trabajo, sí que es cierto que cada vez se alzan más voces demandando mejoras en sus condiciones laborales, y el riesgo de una Gran Renuncia es cada vez mayor”, explican desde Rebel Talent, consultora de Innovación Cultural que trabaja para empresas desarrollando nuevas formas de entender el trabajo y la relación entre organización y equipos.
“Desde hace unos años la gente demanda a las empresas algo más que un buena retribución salarial, pero la pandemia hace que esto ya no sea suficiente. La posibilidad de trabajar en remoto y sin una presencialidad total en la empresa, empieza a apretar el zapato del talento más valioso. De hecho, cada vez hay más corporaciones que están ofreciendo esta posibilidad para evitar la fuga de talento”, comenta Rafa puerto, CEO de Rebel Talent, que explica que, aunque es difícil ponerle cifras, pymes y grandes empresas están sufriendo cada vez más bajas de personas cualificadas que buscan en otros empleos una mayor satisfacción laboral y personal.
La propia consultora ha visto cómo la crisis sanitaria ha reafirmado su propósito. Rebel Talent comenzó a operar unos meses antes de que se declarara oficialmente la pandemia y el Estado del Alarma confinara al conjunto de la sociedad. “Nosotros creemos que el futuro del trabajo pasa por un modelo de empleo híbrido en aquellos casos donde sea posible. Ya habíamos empezado a ofrecer consultoría a diferentes empresas justo antes de la pandemia, para que empezaran a implementar estas nuevas formas de trabajo. La COVID lo convirtió en una necesidad, y ahora, cuando nos encontramos en la recta final de la crisis sanitaria, la necesidad ha pasado a ser virtud, porque sacar a los empleados de sus casas para volver a meterles durante horas en la oficina, ya no es una opción en muchos casos, y se hace imperativo buscar el equilibro entre ambas formas de trabajo”.
La agilidad para afrontar estos cambios, la innovación en nuevas propuestas de trabajo y una mejor cultura de aprendizaje dentro de las organizaciones son los pilares sobre los que se asienta la consultoría de Rebel Talent. “Las empresas deben co-crear con sus trabajadores espacios de seguridad y confianza y darles herramientas para que encuentren sus propias respuestas a las incógnitas que surgen respecto al futuro del trabajo y del talento”. Para ello, Rebel Talent cuenta con la Rebel Academy, que tiene como objetivo despertar el cambio y guiarlo hacia nuevas formas de trabajar más inclusivas, poniendo al empleado en el centro para que se vincule con los retos actuales y futuros de su organización y los futuros.
Desde Rebel Talent explican cómo durante estos meses de pandemia el trabajo híbrido está ganando cada vez más adeptos entre empleados y empresas. Desde marzo de 2020, la consultora ha asesorado a más de 40 organizaciones que han migrado hacía un modelo híbrido o remoto: entre todas ellas, suman más de 260.000 puestos de trabajo que ejercen sus funciones combinando presencialidad y teletrabajo.
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