España ya se rige por un nuevo horario desde la madrugada del 31 de octubre, noche en la que tuvo lugar el cambio de hora, una medida cuestionada ya desde hace tiempo y que genera disparidad de opiniones al respecto. En principio, este cambio de hora responde a una necesidad de aprovechar mejor las fuentes energéticas, lo que puede desembocar en un ahorro en la factura eléctrica. Según cálculos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), al retrasar los relojes una hora se puede llegar a economizar hasta un 5% del consumo eléctrico, lo que representaría unos 300 millones de euros.
En noviembre, con el horario de invierno, las jornadas de trabajo se ven «afectadas» por la presencia del sol, ya que amanece y anochece antes en todo el país. Para fomentar hábitos saludables y la productividad de los empleados, el operador de espacios flexibles Lexington ofrece una serie de consejos que pueden ayudar en el día a día:
- Establecer rutinas. Fijar horarios para acostarse y levantarse hará que reduzcamos el insomnio provocado por el cambio de hora. Esta recomendación es básica para poder ser eficientes durante las horas laborales, sobre todo durante los primeros días en los que aún estamos acostumbrándonos al nuevo horario.
- Priorizar las horas de luz. Realizar las tareas en los momentos de la jornada en los que no sea aún de noche ayuda a optimizar la jornada de trabajo. En este sentido, los coworking ofrecen flexibilidad de horarios y facilitan la implantación del modelo de trabajo híbrido, lo que fomenta la eficiencia y la conciliación. De esta manera, se posibilita que los equipos puedan disfrutar de más tiempo libre y, por tanto, de más horas de luz destinadas no solo al trabajo, sino también al ocio y a la familia. Por otro lado, es de especial relevancia que los espacios de trabajo cuenten con una buena iluminación natural para contribuir a que la mente pueda distinguir en qué hora del día se encuentra.
- Controlar la temperatura ambiente. Es aconsejable, en la medida de lo posible, encontrar una temperatura cómoda durante la jornada para evitar que el cansancio del nuevo horario se haga más notable.
- Organizar el espacio de trabajo. Si bien este consejo se puede aplicar a cualquier momento del año, en esta época de cambio, convertir el escritorio en un lugar confortable motiva al desempeño de las tareas y ayuda a ahorrar tiempo y a emplearlo de manera óptima.
- Realizar descansos. Para mantener la concentración es básico despejar la mente con pausas, ya sea dando un paseo por los alrededores de la oficina, haciendo estiramientos en el propio escritorio o aprovechando para tomar un snack saludable en los coffee points.
- Hablar con los compañeros. La interacción entre compañeros es clave para cualquier proyecto empresarial, además de contribuir a facilitar la resolución de problemas, la reducción del estrés y el incremento del bienestar general. En este sentido, los espacios flexibles posibilitan la interacción con otras empresas o freelancers que se ubican en el mismo espacio, con lo que ofrecen ventajas en dos aspectos. Por un lado, para el plano profesional, ya que permite establecer sinergias. Por otro, en el ámbito personal, al facilitar conocer gente y poder generar conexiones.
- Ser participativo. Una de las principales ventajas de los coworkings respecto a la oficina convencional es la actividad en cuanto a eventos o reuniones de comunidad que se generan a lo largo del día en sus instalaciones, lo que ayuda a impulsar esa interacción mencionada anteriormente y a finalizar el día más «agotado», evitando así los problemas de insomnio que puedan surgir con el cambio de hora.
Según fuentes de Lexington, el primer operador de espacios flexibles en España, «seguir una serie de pautas puede evitar alterar en exceso los ritmos circadianos. Esto, unido a trabajar en espacios flexibles que faciliten la transición al nuevo horario, tiene como consecuencia la optimización de las horas de trabajo y un mejor estado de ánimo general.»
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