Mejorar nuestro tiempo en familia, estudiar, hacer la compra, poner lavadoras, ir al gimnasio o a la peluquería o salir de compras, un sin fin de posibilidades se despliegan en nuestra mente cuando pensamos en disponer de la tarde al completo sin tener que trabajar.
Pero lo cierto es que la mayoría de empresas privadas españolas siguen manteniendo la jornada partida con una o dos horas de descanso para comer y una vuelta a la oficina hasta entrada la tarde.
Diversos estudios afirman que la jornada intensiva motiva al personal y mejora la lucidez durante las horas de trabajo, sólo el 14,2% de la población activa de España asegura tener un horario laboral continuado, aunque se trata de la opción más deseada.
Con lo que sí que pueden contar un importante número de empleados es con la llegada del verano y con ella el acortamiento de la jornada laboral, pero aunque algunos crean que esto es un derecho que viene contemplado en el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores, lo cierto es que no está recogido en ninguna parte, por lo tanto son las propias empresas y no la ley, las que deciden añadir a la vida de sus trabajadores este preciado aliciente.
En el 45%de los casos, las compañías toman esta decisión de reducir la jornada llegado el verano, esto es debido a la reducción drástica de trabajo que se produce en la época estival. Teniendo en cuenta que el 48% de los profesionales en activo desean mejorar su formación, emplear el tiempo que sobra de la jornada en hacerlo es la opción que según un estudio realizado por la consultora CONECTA, toma el 67% de los españoles.
Escalar profesionalmente, estudiar una oposición o profesionalizarnos en alguna materia puede ser uno de nuestros objetivos y es por eso que empresas como Ironhack ofrece la oportunidad de adaptarse a los horarios que nos vayan implantando.
El reciclaje profesional es ya una necesidad en el mercado actual teniendo en cuenta los datos ofrecidos por el gobierno, la crisis se resume en 438.617 empleos menos y 401.328 parados más y es posible que cerca de 200.000 personas que se encuentran en ERTE hoy en día.
Con estas cifras más de uno se plantea que será de él o de ella si llega a formar parte de tan temidas estadísticas, si encima tenemos en cuenta que la jornada partida apenas nos deja tiempo para otras tareas que no sean trabajar, ¿podríamos pensar que quizás una jornada intensiva podría contribuir a mejorar sustancialmente nuestras vidas?
Más información: Club del Emprendimiento
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