El mes de septiembre se ha establecido en el ideario común como la etapa en la que se retoma, de nuevo, la rutina. Los niños vuelven al colegio y los padres a sus puestos de trabajo. Este posicionamiento se ha mantenido, incluso, en tiempos pandémicos, a pesar de las continúas dificultades por culpa de la Covid-19. En consecuencia, todo apunta que este año ocurrirá lo mismo. De hecho, según las últimas previsiones hechas por los expertos de IWG, compañía líder mundial en espacios de oficina flexible, se espera que este año la vuelta a la oficina supere con creces a la del año pasado. Un retorno que vendrá bajo un formato híbrido, posibilitando trabajar desde casa, desde un centro de coworking próximo a los domicilios, o desde las propias oficinas centrales de las compañías.
El sistema híbrido, que combina días en la oficina central con jornadas en espacios de coworking o/y de teletrabajo, es el que está dominando en el mercado laboral español. Este sistema cuenta con múltiples beneficios. Uno de ellos es que permite a los empleados compaginar mejor su vida laboral con su vida privada, un factor cada vez más valorado. Además, ayuda a reducir la huella de carbono de las empresas, apostando por una mayor sostenibilidad, debido a que los usuarios se trasladan a centros de trabajo flexible próximos a sus domicilios, por lo que pueden ir al trabajo andando o en bicicleta.
Además, el modelo de trabajo híbrido también implica un ahorro para las compañías dado que ya no tienen que alquilar toda una planta de oficina que permita abarcar a la totalidad de su plantilla, sino que pueden llevar a cabo su actividad en estos centros flexibles. Según un nuevo estudio de Forrester, el 70% de las empresas de EE.UU. y la UE permitirán a sus empleados trabajar al menos dos días a la semana en un entorno remoto, lo que hace prever que las empresas de Europa y EE.UU seguirán con algún tipo de modelo de trabajo híbrido. De hecho, según datos de IWG, el número de trabajadores en oficinas de coworking aumentó un 44% respecto a enero, cuando el porcentaje de los vacunados era inferior al 5%, mientras que en septiembre ya supera el 70%.
A todo esto se suma la urgencia de que la población vuelva a la “nueva” normalidad lo antes posible, después de un año y medio de vida en pandemia. En este sentido, desde IWG prevé una vuelta al trabajo flexible, que dé a los trabajadores la posibilidad de trabajar desde espacios de coworking cerca de sus hogares. La recuperación será muy sólida e incluso esperan que sus centros en nuestro país tengan el mayor número de usuarios desde febrero de 2020, esto debido a que un formato híbrido tiene aspectos positivos para el bienestar de los trabajadores, la productividad, el medio ambiente y la economía.
“Este año la vuelta a la oficina se parecerá más a la de los tiempos pre-pandémicos, gracias, sin duda a los buenos ritmos de vacunación” afirma Philippe Jiménez, country manager de IWG en España, y añade “también seguirá marcada por el modelo híbrido de trabajo que ha llegado para quedarse”. “Todo apunta a que tras la consolidación de la flexibilidad laboral y personal que ofrece este sistema y los beneficios que aportan a las empresas, llegando a aumentar la productividad en hasta un 20%, una vuelta total a la oficina es poco probable” sentencia Jiménez.
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