Randstad, la empresa de recursos humanos, ha llevado a cabo un estudio sobre cómo ha variado en el último año la contratación temporal, la principal fuente de empleo de nuestro sistema. Para ello, ha estudiado datos procedentes del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Randstad destaca que los volúmenes de contratación temporal regresaron a niveles previos a la pandemia al firmarse, durante el mes de junio, 1.625.288 contratos en nuestro país. La evolución en los últimos meses ha estado muy relacionada con la situación de la pandemia, las medidas sanitarias y la campaña de vacunación.
De este modo, tras el desplome de la contratación temporal durante los meses más difíciles del estado de alarma de 2020, el volumen de contratos volvió a aumentar -exceptuando el mes de agosto-, hasta alcanzar los cerca de 1,47 millones de firmas.
Desde entonces, este indicador del mercado laboral volvió a reducirse, encadenando cinco meses consecutivos de caídas a la vez que la situación epidemiológica empeoraba. La campaña de vacunación, junto al dinamismo económico que trae consigo la campaña de verano, ha provocado que el volumen de contratación se acerque a los 1,63 millones de contratos, la cifra más alta desde 2019.
“Estas cifras son una gran noticia, ya que la contratación temporal es una herramienta fundamental para la creación de contratos indefinidos, además de ser un instrumento útil para responder a las necesidades productivas de nuestro país, un sistema económico muy basado en determinados sectores en los que la temporalidad es imprescindible. Aunque precisamente por ello, y como apreciamos en la evolución de la contratación temporal, hay que advertir que un empeoramiento de la situación sanitaria puede traer consigo un impacto negativo tanto en la recuperación económica como en la tendencia de generación de empleo”, asegura Luis Pérez, director de Relaciones Institucionales de Randstad.
Durante el primer semestre aún se contrató un 22,8% menos que en 2019
En lo que llevamos de año se firmaron 7.662.133 contratos temporales, una cifra que, si bien es un 17% superior al mismo periodo del año pasado –un dato positivo teniendo en cuenta que durante los primeros meses de 2020 aún no había irrumpido la pandemia-, es todavía un 22,8% inferior al primer semestre de 2019.
Este análisis también ha tenido en cuenta la evolución de la contratación temporal según cada sector y, aunque con respecto al primer semestre de 2020 se experimentaron incrementos en todos ellos, en cuanto a 2019 existen interesantes diferencias.
Así, el sector que más redujo la contratación con respecto a 2019 fue el sector servicios, con una caída del 30%, seguido por la construcción (-13,7%) y la agricultura (-10,2%). Por su parte, la industria experimentó un ligero incremento de dos décimas.
Información y comunicación, educación y administración pública, los más dinámicos
Con respecto al primer semestre del año pasado, y en lo que se refiere a actividades económicas, Randstad destaca que las de información y comunicación (73,7%), educación (54,2%), administración pública (41,3%), suministro energético y eléctrico (39,1%) e industrias manufactureras (31,5%) experimentaron los mayores incrementos.
Por otro lado, los crecimientos más discretos estuvieron protagonizados por la construcción (0,6%), el sector primario (3,9%), la hostelería (4,7%), el sector sanitario (10,5%) y las actividades recreativas y artísticas (10,9%).
Durante el primer semestre de presente año, las actividades que más generaron contratos temporales fueron el sector primario (1.397.781), las industrias manufactureras (970.095), la hostelería (854.400), el comercio (794.770) y las actividades administrativas y auxiliares (678.935), sumando todas ellas un tercio de todos los contratos que se firmaron durante este periodo de tiempo.
La contratación temporal de jóvenes creció un 25%
En cuanto a la edad de los firmantes de los contratos temporales, Randstad revela que, con respecto al año pasado, el segmento de los menores de 25 años es el que ha incrementado el mayor incremento, un 24,8%.
Le sigue el colectivo más numeroso, el de profesionales entre 25 y 45 años, que registraron un aumento en la contratación temporal del 16,3%. El segmento que registró el aumento menos acusado fue el de los mayores de 45, con un incremento del 13,5%.
Cantabria, Castilla-La Mancha y Baleares lideran los incrementos
El estudio también ha tenido en cuenta la comunidad autónoma en la que el profesional firma el contrato temporal. Randstad destaca que Cantabria (39,4%), Castilla-La Mancha (27,1%), Baleares (24%) y la Comunitat Valenciana (22,6%) registraron los mayores incrementos con respecto al primer semestre de 2020.
Con crecimientos más moderados, pero aún por encima de la media nacional (17%), se encuentran Navarra, (21,4%), la Comunidad de Madrid, Euskadi (ambas con 20,4%), Castilla y León (19,9%) Galicia (19,8%), Aragón (19,6%) y Catalunya (18,5%).
Por debajo de la media del conjunto del país y con los incrementos menos acusados, se sitúan Asturias (16,5%), Andalucía (13,7%), La Rioja (13,1%), la Región de Murcia (9,2%) y Extremadura (8%). La única caída de la contratación temporal con respecto al año pasado se produjo en Canarias (-3,2%).
En cuanto a volúmenes de contratación temporal, los mayores se registraron en Andalucía (1.992.233), Catalunya (1.046.261), la Comunidad de Madrid (836.471), la Comunitat Valenciana (727.031) y la Región de Murcia (450.031). Dos de cada tres contratos que se firmaron en España en lo que llevamos de año, fue en una de estas comunidades.
A nivel provincial, los mayores incrementos tuvieron lugar en Guadalajara (61%), Castellón (46,6%), Tarragona (35,7%), Soria (32,8%) y Toledo (31,7%), mientras que los aumentos más moderados se registraron en Huesca (0,6%), Lleida (3,7%), Badajoz (5,4%), Jaén (8,4%) y Teruel (10,4%). Por su parte, Tenerife (-5,7%) y Las Palmas (-1%), registraron caídas.
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